Tokio, 17 jul (EFE/Antonio Hermosín).- Japón y la Unión Europea (UE) sellaron hoy en Tokio su acuerdo de libre comercio, un pacto que dará lugar a la mayor zona económica abierta del mundo y que ambas potencias presentaron como un alegato en contra del proteccionismo.
Los Veintiocho y la tercera economía mundial firmaron su Acuerdo de Asociación Económica, que ya habían dejado ultimado el pasado diciembre, en una ceremonia de alto valor simbólico y que fue aprovechada por sus respectivos líderes para defender la importancia de los mercados abiertos.
Tokio y Bruselas escenificaron su unidad en un momento de tensiones comerciales con Washington debido a las políticas proteccionistas aplicadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, así como por las críticas que ha lanzado contra dos de sus principales socios comerciales.
Con este "ambicioso acuerdo", Japón y la UE "envían un poderoso mensaje para promover el comercio libre y basado en reglas, y en contra del proteccionismo", destacaron en una declaración conjunta el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y los presidentes de la Comisión Europea (CE) y del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, tras firmar el documento.
Los dos acuerdos suponen "una luz en la creciente oscuridad en la política internacional" y muestran que "se puede contar con Japón y (con los miembros de) la UE como países predecibles, responsables y que respetan la transparencia, las reglas y el sentido común", según dijo el presidente del Consejo Europeo
"Hoy en día Japón y la UE están más cerca que nunca económica y políticamente", afirmó Tusk en una rueda de prensa en la que hubo varias alusiones indirectas a Trump después de que éste calificara a la UE de su "enemigo" en materia comercial.
"Estamos unidos en la defensa de un comercio libre y basado en normas justas. No se puede conseguir nada con el proteccionismo", dijo el primer ministro de Japón, país que también se ha visto afectado por la subida de los aranceles sobre el acero y el aluminio decidida por Trump.
La llegada a la Casa Blanca del magnate neoyorquino, unida al "brexit" (futura salida británica de la UE), sirvieron de incentivo a Japón y la UE para sacar adelante un pacto comercial que se encontraba atascado hasta finales de 2016 después de tres años de arduas negociaciones en las que Tokio y Bruselas no lograban limar sus principales diferencias.
"Nos hemos tomado tiempo para asegurarnos de que el acuerdo beneficia a ambas partes", dijo Juncker, quien añadió que Tokio y Bruselas "tenían el objetivo de reescribir juntos el libro del libre comercio, en lugar de destruirlo".
La UE y Japón lograron el pasado julio acordar la apertura del mercado agrícola nipón y para otros productos alimentarios y de origen ganadero, así como el levantamiento de los aranceles que la Unión aplica a las importaciones automovilísticas niponas, los puntos más delicados para ambas partes y que dificultaban el pacto.
En particular, la UE abolirá la tarifa el 10 por ciento que aplica sobre los vehículos nipones durante un plazo de ocho años, mientras que Japón levantará sus aranceles sobre el vino y recortará o eliminará los que aplica a otros productos como el queso, la carne porcina o la peletería.
Los intercambios comerciales bilaterales suponen actualmente unos 86.000 millones de euros al año y generan 600.000 empleos en los Veintiocho, según datos de la CE, que calcula que estas cifras se incrementarán en un 24 % cuando se liberalice el mercado nipón.
Para que entre en vigor aún es necesario que el pacto sea ratificado en los parlamentos nacionales y en la Eurocámara, un proceso que podría alargarse hasta 2019.
También falta que Tokio y Bruselas se pongan de acuerdo sobre el mecanismo para solventar disputas entre Estados e inversores.
La UE y Japón firmaron hoy además un Acuerdo de Asociación Estratégica legalmente vinculante, destinado a profundizar su cooperación en áreas como la seguridad, la defensa de los derechos humanos, la cultura, la educación o la lucha contra el cambio climático.
Los dos acuerdos suponen "una luz en la creciente oscuridad en la política internacional" y muestran que "se puede contar con Japón y (con los miembros de) la UE como países predecibles, responsables y que respetan la transparencia, las reglas y el sentido común", según dijo el presidente del Consejo Europeo. EFE