SANTIAGO DE CHILE, Chile (EFE).- América Latina registró una baja del 16 % en los flujos de inversión extranjera directa (IED) en 2014 debido a la desaceleración económica y a la caída en los precios de las materias primas, dijo este miércoles la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De esta forma, el monto que ingresó como IED a la región se situó en 158.803 millones de dólares, precisó el organismo internacional con sede en Santiago en su informe sobre la inversión extranjera correspondiente a 2015.
"Latinoamérica es la región en desarrollo que más cayó en términos de inversión extranjera directa", indicó al presentar el informe Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
"Esto se debe a la desaceleración de la economía y a que la mayor parte de los nuevos proyectos se concentran en áreas de materias primas como la Minería", agregó.
Este resultado revierte la tendencia de crecimiento observada en la última década, con caídas sólo en 2006 y 2009.
Para 2015 se proyecta una nueva baja o mantenimiento de las cifras en la región, considerando que persiste el panorama de una débil expansión de la economía.
A nivel mundial, la IED cayó un 7 % en 2014 respecto del año anterior, aunque las entradas a los países en desarrollo aumentaron un 5 %, principalmente gracias al desempeño de Asia. La participación de América Latina y el Caribe en estos flujos mundiales alcanzó a un 13 %.
De acuerdo con el informe de la Cepal entre los años 2003 y 2013 la IED aumentó en la región desde 46.937 millones de dólares a un récord de 189.951 millones en términos nominales.
A nivel de países, Brasil continúa como el mayor receptor de IED en la región. La Cepal consigna dos cifras para Brasil en 2014, debido a la actualización de la metodología en el país. Según la antigua, la inversión fue de 62.495 millones de dólares, lo que da el total regional de 158.803 millones.
Con la nueva medición, la cifra de Brasil aumenta a 96.851 millones de dólares, lo que elevaría el monto regional a 192.933 millones.
En segundo lugar se situó México, con 22.795 millones de dólares en 2014, un 49 % menos que en 2013, mientras el tercer lugar correspondió a Chile, con 22.002 millones de dólares, seguido de Colombia, con 16.054 millones y de Perú, que alcanzó a 7.607 millones de dólares.
En el caso de Chile, es uno de los poco países que registró un alza en su IED, de un 14 %.
Estadísticas por sectores
Por sectores de destino de la inversión, el informe muestra una caída importante de los recursos naturales, desde un 23 % entre 2009 y 2013 a un 17 % en 2014. El sector de manufacturas se mantuvo estable en un 36 % del total, mientras que el de servicios saltó al 47 %.
Según Alicia Bárcena, los países de la región no deberían orientarse a recuperar los montos de IED alcanzados en la última década, sino a atraer "flujos de inversión de calidad que se asocien con las empresas de la región y que contribuyan a la diversificación productiva".
"Esto significa articular la IED con políticas industriales y estrategias nacionales de desarrollo basadas en la igualdad y la sostenibilidad ambiental", subrayó.
Los principales inversores en América Latina continuaron siendo Europa y Estados Unidos. La inversión directa proveniente de Asia pasó de un 5% a un 6 % en 2014.
De acuerdo con los cálculos de la Cepal, la IED desde China alcanzó a 10.000 millones de dólares anuales entre 2010 y 2013 y se cree que esa cifra puede haber aumentado en 2014, debido a que las empresas de ese país protagonizaron algunas de las mayores adquisiciones, principalmente la compra de la mina las Bambas en Perú, por 7.005 millones de dólares.
En cuanto a las inversiones de las empresas trasnacionales latinoamericanas, "traslatinas", éstas cayeron por segundo año consecutivo, hasta los 29.162 millones de dólares, un 12 % menos que en 2013.
Así, el año pasado los principales inversores en el exterior fueron Chile, con 12.052 millones de dólares; México, con 7.610 millones de dólares y Perú, con 4.452 millones de dólares.
La Cepal resaltó también la necesidad de considerar factores ambientales en los nuevos proyectos que se realicen con IED.
"Las empresas trasnacionales poseen tecnologías que pueden ayudar a reducir el impacto ambiental además de capacidad de innovación para una producción más limpia y baja en carbono", señaló Bárcena.
"Para esto es necesario concretar modelos de negocios sostenibles tanto para las empresas como para los países", agregó.