Santo Domingo (EFE).- La inseguridad ciudadana y la inseguridad jurídica son los principales escollos para la llegada a República Dominicana de inversión extranjera que, a pesar de estos obstáculos, ha crecido un 11 % en el último año, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El presidente de la Asociación de Empresas de Inversión Extranjera (Asiex) en el país, Ramón Ortega, opinó durante una entrevista con Efe que para continuar en esa línea ascendente es imprescindible "voluntad política" para atajar estos dos problemas.

La seguridad ciudadana es un mal de la región, no solo del país, tanto en el plano del narcotráfico como de la delincuencia común, señaló Ortega, aunque también destacó las medidas que ha tomado el Gobierno dominicano ante el repunte de estos casos.

"Es un tema que debe estar en agenda porque los inversores no buscan solo el beneficio económico, sino que buscan "un ambiente de inversión, de forma que los ejecutivos internacionales que vienen con sus familias sientan que están en un país seguro".

Para Ortega, República Dominicana "es uno de los países más seguros de la región", pero reconoció que hay espacio para mejoras, y consideró que esta materia constituye uno de los retos a los que debe hacer frente el Gobierno y "nosotros desde la Asiex lo tenemos en agenda para impulsar cambios importantes", añadió.

Para el presidente de Asiex, esa voluntad se pone de manifiesto, por ejemplo, con la aprobación de la Ley de Reestructuración Mercantil, "que permite a las empresas que entran en un periodo de cura, seguir siendo productivas; o la Ley de los Fideicomisos, que garantiza que estos quedan protegidos".

Aún con esos dos retos a afrontar, en 2014 República Dominicana captó 2.200 millones de dólares procedentes de la inversión extranjera, cifra que la convierte en uno de los países líderes de la región, y eso, según Ortega, es gracias a una serie de factores determinados.

El presidente de Asiex comenzó señalando que el país pasa por "un periodo de relativa tranquilidad política que favorece un ambiente de inversión extranjera mucho más saludable"; en términos de inflación, también ha habido estabilidad y, además, se ha experimentado un crecimiento de entre el 5 % y el 7 % en los últimos años.

En el marco jurídico, ha habido cambios en las leyes fiscales para ajustarlas a normativas internacionales, como las leyes sobre precio de transferencia que se han estado implementando, las reglas de capitalización delgada, y otro tipo de controles para mantener la evasión reducida, explicó Ortega.

A su entender, también ha resultado beneficiosa la inversión del 4 % del Producto Interior Bruto (PIB) en educación, ya que "ha contribuido a dinamizar la economía con la cantidad de escuelas que se han estado construyendo".

El país ha continuado dando incentivos fiscales importantes, por ejemplo al cine o al turismo, que continua siendo uno de los pilares de la economía dominicana; en este sentido, no solo se han mantenido esas ventajas en los principales focos turísticos, sino que se han empezado a desarrollar otros polos en el sur para ampliar la oferta.

"Nuestro capital humano es cada vez más competitivo en el segmento servicios, y también en la parte industrial ha habido un avance debido al incremento de los costos en China. Muchas empresas que habían dejado el país han vuelto a nuestras zonas francas, ya que por ubicación geográfica, somos un punto estratégico dada la cercanía a Estados Unidos", destacó.

En cuanto al panorama a corto y medio plazo, "aunque viene un año electoral, no se va a presentar un escenario complicado gracias a los pactos que están estableciendo las principales fuerzas políticas", dijo el experto.

Además, consideró recomendable que mantengan las políticas de incentivo, e insistió en que se afronten los retos de mejorar la seguridad ciudadana y la seguridad jurídica para continuar en la tendencia ascendente y atraer inversión extranjera directa. EFE