Cuando no es el esquema ponzi de moda es la quiebra de una entidad financiera, regulada o no, que tienen esto en común: depositantes detrás de un rendimiento que supera varias veces la tasa preferencial promedio de las sociedades de depósito o el rendimiento de los bonos gubernamentales. 

Con una inversión de tiempo que no debe superar la media hora, es posible comparar el canto de sirena con que se invita a unirse ahora, en la era de las llamadas internacionales por Whatsapp y el roaming con tarifa local, a una de las mutaciones de aquella pirámide que vino cuando el Discado Directo a Distancia, DDD, era el mayor hito de las comunicaciones.   

Esa tarea o el simple sentido común de que todo lo que suena demasiado bien tiene que estar mal, ha salvado a muchos. Pero son tantas las cruces en los cementerios financieros, que todavía los artistas del engaño ven rentable la plaza criolla. Hay quienes han asumido la responsabilidad de preventivo samaritano, con el radar puesto para detectar estos esquemas, y advertir a la población y a las autoridades por dónde ronda un nuevo depredador de ahorros.  Estos más las campañas de educación financiera, privadas y públicas, están poco a poco haciendo más difícil estos engaños donde la exposición pública y el cuchicheo dejan bastantes pistas.

En los casos de entidades financieras que fracasan, sin embargo, la evidencia de gula por rendimientos fuera de la normalidad nunca falta.  ¿Cuál es esa normalidad?  Se puede encontrar para los Bancos Múltiples, Asociaciones y Bancos de Ahorros y Crédito, en el portal del Banco Central, donde tiene cuadros históricos con las tasas de los certificados financieros por plazos, la tasa de interés promedio ponderado y la preferencial.  Esta última es la que se paga a los mayores depositantes y, para el mes de julio 2016, tiene los porcentajes que se muestran en el cuadro.  Cuando la tasa de interés que se recibe supera con creces esos valores promedios, entonces se está actuando más como un prestamista de los accionistas que un depositante preferencial. En estos casos, el medio no ha sido el apropiado.  Cuando se presta se exige un pagaré notarial, no la entrega de un certificado financiero.

Si la tasa recibida es muy superior a estos promedios de la preferencial, también se puede chequear en los cuadros de las tasas activas si eso tiene sentido financiero para la entidad.  Dividiendo la tasa que le pagan por la diferencia entre 1 y el porcentaje de encaje legal que le exige al Banco Central al intermediario regulado donde tiene sus depósitos, se tiene el costo financiero.  Si en un banco múltiple le pagan un 12%, por ejemplo, el costo financiero sube a 14.5% que es una tasa similar al promedio ponderado reportado para los préstamos a julio 2016. De hecho, es superior a la tasa de 13.8% a la que los bancos múltiples están prestando al comercio.  Desde marzo 2009, además, la tasa preferencial de la banca múltiple no ha vuelto alcanzar el nivel de 12%, un dato que motiva a que se levanten de asombro, por lo menos, una de las dos cejas, si a esa fue que con facilidad le aceptaron los depósitos.

Pero también hay que comparar ese costo financiero, 14.5%, con las alternativas de inversión que puede hacer el banco en valores de renta fija del Banco Central o Hacienda.  Un vistazo a la curva de rendimiento de los bonos en el portal del Ministerio de Hacienda, el listado de precios en el de la Bolsa de Valores o las ofertas que en este medio presenta un puesto de bolsa, muestra que los rendimientos actuales no alcanzan el 11%.

Con las entidades reguladas lograr esta perspectiva es rápido, la información está disponible con frecuencia diaria y se sanciona severamente a las que no cumplen con el instructivo de reporte.  Los dos emisores públicos de valores se esmeran en dar información de las cotizaciones de los títulos y los participantes privados hacen también lo mismo.  Estos datos son útiles para ver cuánto por encima están recibiendo quienes se arriesgan a colocar fondos en empresas no reguladas, ejercicio que debieron hacer quienes lo hicieron en la inmobiliaria financiera a la que se le imputa hoy defraudar personas por más de 500 millones de pesos.  Aquí de nuevo la versión, en la era de la banca por Internet, de la quiebra de financieras en los años donde la televisión por cable apenas tenía edad para empezar la primaria. ¿INTERDOSA y tantos compartes no enseñaron nada? ¿Decidir el futuro del patrimonio no requiere racionalmente de un escrutinio mínimo, un preguntar a gente sensata, las páginas para la izquierda, de antes, la navegación inteligente, de ahora?

En el portal de la Superintendencia de Bancos, por ejemplo, la información disponible es valiosa para hacer otros análisis. Se publican los balances generales, los estados de resultados, indicadores financieros, clasificación de cartera y tipos de créditos, entre otras.  Hace años que el supervisor viene dando datos con los que se puede hacer decisiones de inversión con criterio para resistir embrujos.  Pero hay que hacer la tarea, no descansar en la idea de que el regulador va a poder prevenir el 100% de los problemas y confiar en que el beneficio particular de una tasa anormal es simplemente una excepción a la regla, que logró algo mejor que todos los demás que sí están alineados a la realidad del negocio y el mercado.  La protección al depositante tiene que empezar por la propia casa.  Hay arsenal adecuado para efectiva autodefensa.