SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente de la Federación de Asociaciones Industriales (FAI), Ramón Porfirio Báez, reitero su objeción a una omisión en la modificación del artículo 20 de la Ley 392-07, que implica el cobro de 18% de ITBIS a una variedad de líneas arancelarias que estaban exentas del impuesto a la entrada en vigor de la ley 557-05.

Indicó que esas materias primas “eran tan críticas que aun antes de la entrada en vigencia del DR-Cafta, ya estaban en tasa cero (0%) gracias a los esfuerzos de muchos años de los gremios industriales” del país.

Esto incluye inclusive partidas de materias primas para la fabricación de fertilizantes, textiles, libros, periódicos, pan y alimentos de la canasta básica.

“Esta omisión causará una gran distorsión a las industrias importadoras o que adquieren en el mercado local esas materias primas, sobre todo los que producen bienes exentos de ITBIS y bienes intermedios para otras industrias tanto de zonas francas como acogidas a regímenes especiales o exportadoras, ya que en la mayoría de los casos no tienen forma de descontar los ITBIS adelantados, lo que los convierte en costos directos con su respectiva pérdida de competitividad, aumento de precios y aumento de la inflación”, sostuvo.

Advirtió que tal como ha indicado la Asociación Dominicana de Industrias Graficas y Afines (ADIGA), “esto podría tener un alto impacto en los costos de los libros de textos escolares y en la prensa escrita”, ya que el papel de periódicos o papel prensa está dentro de esos reglones omitidos.

“Ya los panaderos pasaron por el desagradable momento de tener que subir el PAN. Ningún sector industrial escapará al impacto de esta modificación”, manifestó el ejecutivo de la FAI.

Observó que el problema es tan complejo que la DGII ha publicado para opinión la modificación de la norma 02-2008, que trata sobre el tratamiento igualitario a las materias primas adquiridas en el mercado local y las devoluciones de impuestos por exportación.

Unas 870 partidas entre las cuales se encuentran el trigo duro, el papel prensa, papel de impresión de libros, papel para cuadernos, tinta, planchas, clises, componentes para la producción de medicinas, fertilizantes y agroquímicos entre otros, están dentro de los renglones afectados.

“Hemos consultado con los diferentes actores responsables del sector industrial, político y legislativo, y todos coinciden en que realmente hubo una omisión y que debe ser corregida a la mayor brevedad posible”, afirmó Báez.

Resaltó que la única forma legal para corregir el problema es introducir un anteproyecto de ley con la modificación corregida y sea priorizado en las cámaras para que sea corregido legalmente, de la manera más expedita posible con el mínimo impacto en la población.