SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) consideró que el Gobierno está compelido a ejecutar una reforma fiscal integral en corto plazo para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas, corregir distorsiones, hacer el sistema tributario más equitativo y mitigar los riesgos de la creciente deuda pública.
Sin embargo, el presidente de la organización empresarial, Víctor Castro, dijo que esa reforma no debe concebirse para incrementar más la carga impositiva a quienes ya pagan todos sus impuestos, sino para integrar a los agentes económicos omisos, informales, contener la evasión y las acciones que, como el contrabando y la falsificación, restan efectividad a las recaudaciones fiscales.
A juicio del dirigente empresarial, el gran desafío es incrementar la presión tributaria sin crear nuevos impuestos que, por el contrario, deben simplificarse “de modo que el ejercicio tributario sea más diáfano y menos angustioso” , especialmente para quienes han escogido la opción de la formalidad en sus actividades de negocio.
Castro propuso que la reforma integral sea asumida, conjuntamente con una ley de responsabilidad fiscal, en el contexto del Pacto Fiscal previsto en la Estrategia Nacional de Desarrollo y que –desde su óptica- debe iniciar sus discusiones tan pronto concluya el Pacto Eléctrico.
Al justificar su llamado a la atención para que no se aplace indefinidamente la reforma fiscal integral, recordó la advertencia reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el sentido de que los esfuerzos por reducir el déficit consolidado del sector público podrían ser insuficientes para reducir la deuda pública.
Para poner en contexto su apreciación, el presidente de la AEIH subrayó que el coeficiente de deuda pública respecto al PIB a finales de 2013 estaba cerca del 48 por ciento, frente al 35 por ciento en 2008. Se refirió a un estudio reciente de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), el cual señala que entre 2005 y 2011 el stock de deuda consolidada dominicana creció por encima del 90 por ciento, alcanzando más de 20,000 millones de dólares.
“Esta situación podría implicar riesgos importantes para la estabilidad macroeconómica en el mediano y largo plazo y hacer que a la postre el ajuste sea más doloroso, por lo cual no debe aplazarse en forma indefinida la reforma fiscal integral o dejársela a la próxima administración, como han dicho funcionarios del actual gobierno”, comentó Castro.
Insistió en que los pactos eléctrico y fiscal deben hacerse en forma concatenada, con una secuencia en tiempo corto, pues el mayor problema de las finanzas públicas es justamente el déficit del sector eléctrico.