SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Para octubre 2016, las recaudaciones tributarias de la Dirección General de Impuestos (DGII) y de la Dirección General de Aduanas alcanzaron un monto consolidado de RD$40,143 millones, mostrando un crecimiento interanual acelerado de 9.91%, en comparación con el 1.24% en el mismo mes de 2015.
En un artículo sobre el comportamiento de los ingresos tributarios en la República Dominicana, la consultora Analytica indica que al desglosar los impuestos por tipo se observa que desde 2012 se mantiene la tendencia “de las ponderaciones de cada grupo sobre las recaudaciones”.
A octubre pasado, las principales recaudaciones provienen de los impuestos sobre mercancías y servicios (54.2%), sobre los ingresos (30.7%) e impuestos sobre comercio exterior (7.09%).
Al discriminar por subcategorías, se observa que en la categoría de impuestos sobre las mercancías, el ITBIS es el que tiene mayor representación, con una recaudación de RD$13,372 millones. Mientras que en los impuestos sobre los ingresos, el impuesto sobre la renta de las empresas lidera la categoría con RD$7,565 millones (61% del total); y en el último grupo (comercio exterior), lideran los aranceles con RD$2,451 millones (86%).
En el artículo bajo la firma de Bruné Pradel, de Analytica, se destaca que para el primer semestre de 2016, según las cuentas nacionales, las importaciones representan el 28% del PIB, mientras que las recaudaciones arancelarias son solamente el 0.8% del PIB.
Dado que la República Dominicana es un país con vocación importadora neta, las recaudaciones por concepto de aranceles tienden a ser bajas al compararlas con otros impuestos.
Acuerdos y pacto fiscal
Esto responde a la multiplicidad de acuerdos comerciales, dentro de los cuales se cita el DR-CAFTA (Con Estados Unidos y Centroamérica), que incluyen reglas que desmontan tasas arancelarias para así fomentar el comercio entre los miembros de los acuerdos.
“Debemos de entender que estas son estrategias comerciales que le permiten al país producir aquellos bienes en los cuales somos competitivos y, por lo tanto, tener ganancias comerciales en la medida que aprovechemos las ventajas generadas por los diferentes” acuerdos, señala Pradel.
Las estadísticas descritas se pueden contrastar con el producto interno bruto para verificar lo que se conoce como presión tributaria (ingresos tributarios/PIB).
Se nota que posterior al 2012 (última reforma fiscal), la presión se ha incrementado, de 12% en 2011 a 14% en el 2016 (primer semestre). Los impuestos que más han aumentado dicho indicador han sido ITBIS, y los impuestos sobre la renta (personas y empresas).
La importancia de este breve análisis “radica en la inminente reforma (pacto) iscal que se espera en el 2017 como fruto del proceso de aplicación” de la Estrategia Nacional de Desarrollo.
“En la medida en que entendamos cómo se han comportado los ingresos tributarios, y la estructura de los mismos, podemos formar perspectivas sobre el futuro y encontrar oportunidades de mejora en la estructura de recaudaciones del Gobierno Central”, concluye el análisis.