SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El dirigente del PRD, Guido Gómez Mazara, consideró  que la renegociación de la deuda con Petrocaribe constituye un acto de inteligencia en materia de gestión de la deuda pública, ya que el plazo promedio de la nueva deuda es de 19.7 años, en lugar del plazo promedio de 11.4 años de la deuda con PDVSA, aunque la nueva deuda va a pagar una tasa de interés superior (1% vs. 6%), la transacción permite lograr al país un ahorro en valor presente superior a los US$550 millones de dólares.

En ese mismo orden, Gómez Mazara dijo que el servicio total de la deuda pública (intereses más amortizaciones) disminuye debido a que en los próximos 10 años el servicio anual promedio de la deuda con PDVSA sería de alrededor de US$ 205 millones, mientras que el servicio de la nueva deuda será de alrededor de US$120 millones, y para tales fines, la transacción se diseñó para que el servicio total (intereses y amortización) de la nueva deuda sea inferior al servicio de la deuda con PDVSA. Es decir, en términos nominales el país tiene un ahorro en valor corriente por un monto superior a los de US$ 100 millones de dólares.

El dirigente perredeista señaló que la terminología económica no es entendida con claridad por la mayoría de los dominicanos, pero en el orden práctico y llano la operación de renegociación de la deuda de Petrocaribe se asemeja a  cuando una persona se excede gastando dinero con su tarjeta de crédito y acumula una deuda relativamente importante lo que le aconsejaría un asesor financiero o ejecutivo de cuenta de su banco es que  tome un préstamo personal y pague acumulada en la tarjeta de crédito y la razón por la cual se recomienda hacer esto es porque un préstamo personal tiene una tasa de interés menor y un plazo mayor para pagar que la tarjeta de crédito. De esta forma, el deudor reduce la cantidad de efectivo que mensualmente debe pagar ya que con la tarjera de crédito se van capitalizando los intereses y la deuda crece de forma exponencial.

Consideró también que por el lado del acreedor, Venezuela está confrontando problemas para ejecutar su Presupuesto debido a que sus ingresos fiscales dependen del precio internacional del petróleo, ya que este es su principal producto de exportación. Se estima que tendrá que buscar unos US$10,000 millones para cubrir el faltante de sus ingresos presupuestarios en 2015.

“En el corto plazo, la única forma que tiene para cubrir sus ingresos presupuestarios es yendo al mercado internacional a emitir deuda (bonos soberanos) y/o negociar con sus deudores de Petrocaribe condiciones favorables por medio de descuentos por pronto pago de la deuda pendiente. Como nación, somos el principal beneficiario de Petrocaribe y había acumulado entre 2005-2014 una deuda con PDVSA por US$4,027 millones”.

Dijo además que el país no tenía la capacidad de pagar con recursos propios y así aprovechar el descuento ofrecido por Venezuela que implicaba pagar sólo el 48% de la deuda para saldarla totalmente. Por tal razón fue al mercado financiero internacional, aprovechando su buena calificación de riesgo y la liquidez que existe, emitiendo US$2,500 millones.

“Los 2,500 millones de dólares emitidos fueron distribuidos de la siguiente manera: 1) US$1,933.2 millones para pagar a PDVSA; 2) 536.5 millones para cubrir parte del  financiamiento aprobado en el presupuesto de 2015; y 3) 3.2 millones para pagar agencias clasificadoras de riesgos, bancos de inversión y abogados”.

Debido a lo anterior, el país se ahorra US$2,094 millones y la deuda pública se reduce de forma inmediata  en 3,3% del PIB. Así, el gobierno dominicano mejora su posicionamiento en el mercado financiero internacional y le devuelve la mano a Venezuela que obtiene parte de la liquidez que requiere para cumplir con sus compromisos presupuestarios.

Adicionalmente, amplía el plazo promedio para pagar de 11.4 años a 19.7 años y reduce el monto anual a pagar por los próximos diez años de US$ 205 millones a  US$120 millones.

Finalmente, Gómez Mazara reflexionó sobre la dualidad en el discurso de exponentes de la clase política que, están conscientes del daño y consecuencias negativas para el desarrollo que tiene todo el peso de la deuda, pero reaccionan con bastante mezquindad cuando no reconocen acciones positivas, como la de la renegociación de la deuda con Petrocaribe porque es un logro financiero y político de la administración del presidente Danilo Medina.