El Eurogrupo aplaza cualquier nueva negociación con Grecia hasta el referendo

Bruselas, 1 jul (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro decidieron hoy no entrar a negociar un nuevo rescate a Grecia hasta que se conozca el resultado del referéndum convocado para el 5 de julio, pese a la petición de Atenas y a la compleja situación económica que atraviesa el país.

"La principal decisión ha sido que, dada la situación política, el rechazo de propuestas previas y el referéndum que se celebrará el domingo, así como el consejo de votar 'no' por parte del Gobierno griego, no vemos bases para mantener más discusiones en este momento", afirmó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

En la segunda teleconferencia extraordinaria que celebran en 24 horas, los ministros estudiaron las dos cartas enviadas por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, a sus socios, así como "la actual situación política en Grecia", dijo Dijsselbloem, y han concluido que la mejor opción es "esperar".

"No va a haber más conversaciones en los próximos días, ni a nivel de Eurogrupo, ni entre las autoridades griegas y las instituciones sobre propuestas o planes financieros", añadió el también ministro de Finanzas holandés.

"Simplemente vamos a esperar al resultado del referéndum el domingo y a tenerlo en cuenta", resumió.

Una decisión del Eurogrupo es necesaria para dar el primer paso hacia un tercer programa de rescate, en concreto un mandato a la Comisión Europea (CE) para que analice, en colaboración con el Banco Central Europeo (BCE), la situación económica del país demandante.

Pero el Eurogrupo ha optado por seguir la línea defendida públicamente hoy por la canciller alemana, Angela Merkel, de dejar pasar la semana antes de dar nuevos pasos.

"Podemos esperar con tranquilidad porque Europa es mucho más fuerte que hace cinco años, cuando comenzó la crisis de la deuda justamente en Grecia", dijo Merkel en un debate extraordinario celebrado en el pleno del Bundestag (Cámara baja del Parlamento alemán).

En cambio, el presidente francés, François Hollande, había abogado por cerrar un "acuerdo ahora mismo", como modo de eludir la convocatoria de la consulta popular y evitar, así, el "riesgo de entrar en un período de turbulencias".

El propio Tsipras despejó todas las especulaciones sobre una cancelación del referéndum en un discurso televisado poco antes del inicio del Eurogrupo, en el que señaló que el Gobierno mantiene su recomendación a los griegos de que voten en contra de las últimas propuestas de sus socios.

Mostró su "firme" propósito de lograr, no obstante, un acuerdo, pero tras dos semanas de intensas negociaciones a todos los niveles, los socios de la eurozona parecen decididos a esperar.

"No pongamos el carro antes que el caballo", indicó en la red social Twitter el ministro de Finanzas de Eslovaquia, Peter Kazimir, quien aseguró que "el Eurogrupo está unido en su decisión de esperar al resultado del referéndum de Grecia antes de más discusiones".

El ministro de Finanzas de Finlandia, Alexander Stubb, indicó que los países del euro están dispuestos a negociar una la solución a la situación griega, pero, eso sí, solo tras la consulta.

"Aún queremos llegar a un acuerdo, ayudar a Grecia en esta difícil situación. La puerta a la negociación está abierta", afirmó por su parte e vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, quien pidió a Atenas "una señal política" y que muestre compromiso en las negociaciones.

Si a nivel político se ha decidido rebajar el intenso ritmo de negociaciones de Grecia con sus socios y con las instituciones que antes formaban la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), la realidad económica eleva la presión sobre el país con el paso de los días.

Desde el lunes, Grecia ha visto expirar su segundo rescate sin un acuerdo, ha entrado en retraso de pagos con el Fondo Monetario Internacional y ha decretado un corralito.

"Estamos discutiendo una petición de un programa de dos años en una situación económica diferente", advirtió Dombrovkis, para añadir que "ahora ésta es sustancialmente peor que el pasado sábado".

Por su parte, Dijsselbloem aprovechó para mostrar su consternación por la situación que atraviesa Grecia y lanzó un mensaje de cara al referéndum.

"Quiero decir que lamento mucho la situación, dada la fuerte determinación de los griegos de seguir siendo parte de Europa y de la zona del euro, lo que apoyo totalmente", dijo. EFE

BCE mantiene en 89.000 millones de euros los préstamos de emergencia a Grecia

Fráncfort (Alemania), 1 jul (EFE/Arantxa Iñiguez).- El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo hoy la liquidez de emergencia máxima que pueden pedir los bancos griegos a través del Banco de Grecia en 89.000 millones de euros, informó un portavoz de la entidad monetaria.

El consejo de gobierno del BCE, que está integrado por los gobernadores de los bancos centrales de los 19 países de la zona del euro y es su máximo órgano ejecutivo, se reunió hoy para discutir la asistencia financiera a Grecia antes del referéndum del domingo.

El BCE volverá a discutir el lunes sobre la provisión urgente de liquidez para los bancos griegos, que a cambio de los préstamos tienen que presentar garantías.

Estas garantías son la deuda soberana helena y la deuda emitida por bancos y garantizada por el Gobierno griego, que ha sido degradada de nuevo por las agencias de calificación.

Fitch bajó esta semana la calificación de la deuda de Grecia una nota a "CC" y Standard and Poor’s (S&P) a "CCC-", por el aumento del riesgo de impago y porque es menor la probabilidad de que el país se mantenga en la zona del euro.

En la terminología de estas agencias "CCC" significa extremadamente especulativo por la escasa capacidad para hacer frente a los pagos y "CC" es una situación cercana a la insolvencia.

Pese a ello y a que Grecia carece de rescate, el BCE no ha decidido aplicar mayores recortes de valor a estas garantías.

Los ministros de Economía y de Finanzas de la zona del euro, el Eurogrupo, va a esperar, antes de seguir negociando con el Gobierno de Atenas, a conocer el resultado del referéndum que se celebrará el próximo domingo en Grecia para votar a favor o en contra de las últimas propuestas de los acreedores.

Grecia está en mora con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque ayer no pagó un tramo de un crédito de 1.600 millones de euros.

Tras el vencimiento del segundo programa de rescate, la situación es nueva y toda negociación deberá empezar bajo nuevas condiciones y según las reglas del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

El BCE solicitó la semana pasada a Grecia que aplicara controles de capital en el país después de que el Gobierno de Atenas interrumpiera las negociaciones con sus acreedores y convocara el referéndum.

Los bancos de Grecia permanecerán cerrados toda la semana, aunque hoy han abierto para pagar las pensiones, y las retiradas de dinero de los cajeros se han limitado a 60 euros diarios desde el lunes.

Las agencias de medición de riesgo han dicho que la suspensión de un pago frente al FMI u otro acreedor público no es un impago, por lo que en este caso no se considera que Grecia esté en quiebra.

Pero si Grecia no paga el 8 de julio a sus acreedores privados la deuda a corto plazo, entonces será calificado de "impago selectivo", según Standard’s & Poor’s.

El BCE dejó de aceptar a mediados de febrero la deuda soberana griega como garantía en sus operaciones de refinanciación y desde entonces Grecia sólo se financia a través de la provisión urgente de liquidez, que es más cara.

El BCE había hecho a finales de diciembre de 2012 una excepción y comenzó a aceptar deuda griega, aunque con recortes de valor importantes, pese a que era calificada de bono basura por las agencias de medición de riesgo.

Grecia debe devolver en el segundo semestre de este año 26.600 millones de euros al FMI, a acreedores privados por bonos a corto plazo (T-Bills) y al BCE.

El 20 de julio debe pagar al BCE unos 3.500 millones de euros por la deuda griega que tiene la entidad monetaria en sus carteras, cuyo valor nominal asciende a 19.800 millones de euros.

El BCE y los bancos centrales de la zona del euro comenzaron a comprar en mayo de 2010, bajo la presidencia del francés Jean-Claude Trichet, deuda soberana de Grecia que ya no se podía financiar en el mercado a tipos de interés razonables.

En ese momento, a finales de marzo de 2010, la exposición de los bancos franceses en Grecia era de 53.000 millones de euros, la de los alemanes de 33.000 millones de euros, la de los estadounidenses de 10.000 millones de euros y la de los británicos de 9.000 millones de euros, según cifras del presidente del Instituto de Investigación Económica de Alemania (Ifo), Hans-Werner Sinn. EFE