SANTO DOMINGO, República Dominicana (Tomado de Elena Crespo/Forbes México).- En el caso de República Dominicana, existen alrededor de 3 millones de Millennials, de un total de 10 millones de habitantes en el país. Un monto de jóvenes menores de treinta años que altera los patrones de consumo y construye un futuro diferente.

Según un informe de la firma internacional EY, en la actual ola de disrupción motivada por la tecnología, la globalización y el cambio demográfico, se identifican megatendencias globales que deben responder a una industria redefinida, al futuro del trabajo, a la revolución del comportamiento, al empoderamiento del cliente, la redefinición del mundo urbano y la salud reimaginada.

La disrupción, en un país como República Dominicana, con tres millones de Millennials,  significa una transformación de los modelos de negocios y redes de valor impulsados por la tecnología y una evidencia cada vez mayor de que puede originarse de políticas gubernamentales, tendencias macroeconómicas, eventos geopolíticos y otros desarrollos. Al mismo tiempo, la disrupción puede volcar más allá de modelos de negocios y redes de valor; puede transformar sistemas políticos, regímenes regulatorios, compactos sociales y mucho más.

Es por eso que las Big Four; PwC, Deloitte, EY, KPMG, están aprovechando estos cambios para ayudar a las organizaciones a aprovechar el lado positivo de la disrupción, generando conocimientos que transformen las amenazas en oportunidades y produciendo una creciente conciencia en la comunidad de negocios de que la disrupción es ubicua y va acelerándose.

De hecho, en una investigación de EY se constata el incremento de más del 440%, entre 2010 y 2015, en materia de innovación, de parte de las empresas a nivel mundial. Ejemplo de ello es que Netflix cambió su modelo de negocios de uno basado sobre entregas de DVDs al hogar, a uno de streaming, y el gigante automotriz Daimler ha empezado a experimentar en el mercado de autos y viajes.

En el caso de República Dominicana, con la promulgación del Decreto No. 190-07, del 3 de abril de 2007 se ha intentado impulsar al Sistema Dominicano de Innovación y con el desarrollo del Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación del 2008-2018 se ha señalado que la apuestas en (I+D+i) constituyen el gran reto para las empresas y el tejido industrial del país.

Industria redefinida

La convergencia de la industria, es decir,  la dilución de una o más industrias consecuencia de la disrupción ya que esta reconfigura y democratiza la información, ha creado nuevos niveles de complejidad en el mercado, en donde cada compañía – sea B2C o B2B – es también una de consumo. En un mundo convergente, habrá pelea por todos los espacios de la industria.

El auge de las tecnologías digitales ha democratizado el acceso del consumidor al conocimiento, dándoles a los clientes una voz más poderosa y con decisiones más informadas. El consumidor empoderado ha redefinido los mercados tradicionales, en donde las redes inteligentes están remoldeando el sector.. Los clientes demandan precios transparentes y competitivos, así como soluciones eficientes en energía y amigables con el ambiente.

La inteligencia artificial está siendo desplegada desde los callcenters para responder a consultas básicas hasta en vehículos autónomos para transformar la movilidad. El próximo paso es la combinación del razonamiento autónomo de esta con un “aprendizaje profundo”.

En conjunto, la inteligencia artificial  y la robótica combinan mayor poder para tomar decisiones con la habilidad de ejecutar. Las organizaciones podrán ver mejoras exponenciales a medida que el software y hardware se desarrollen y los costos bajen. Solo en Estados Unidos la inversión en este renglón, ha aumentado casi siete veces, desde 45 millones  de dólares (mdd) en el 2010 a 310 mdd en el 2015.

La inteligencia artificial afectará a los trabajos que por mucho tiempo se consideraban inmunes al desplazamiento tecnológico tales como empleados de oficina y tareas creativas. Incluso se están expandiendo a espacios que alguna vez se consideró el ámbito exclusivo de la creatividad humana.

En el modelo de negocio, la disrupción en el entorno laboral crea innovación. Una realidad ya en la plataformas de transporte compartido que emplean los recursos de forma más eficiente. De hecho, los fabricantes de automóviles están explorando maneras de reinventar los modelos tradicionales (alianza de GM con Lyft) mientras que los participantes disruptivos (Uber y Lyft, además de nuevos participantes como Fasten, Split y Bridj) están experimentando con múltiples enfoques.

Un nuevo futuro del trabajo, en el que el último recurso que las empresas utilizarán de forma más eficiente es el capital humano. Las empresas de mano de obra en todas partes del mundo tendrán que reinvertarse, implementar tecnologías inteligentes y utilizar mano deobra más productiva. El resultado inmediato, que el trabajo estará desagregado. La disrupción separará el trabajo en tareas para hacerlo más eficiente y útil.

Un nuevo marco dentro de la economía del comportamiento, una tendencia adoptada ya por los propios gobiernos, el primero el estadounidense, en 2015, estableciendo el Social and Behavioral Sciences Team y que supone una  enorme oportunidad económica para que el sector privado,, conocido como Inventive businesses, que puede dar respuesta a las  normas del mercado, más allá de nuestros prejuicios conduccturales, conscientes y unidireccioinales.