Washington, 27 jul (EFE/Jairo Mejía).- La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió hoy, al cierre de su reunión mensual para determinar la política monetaria del país, mantener los tipos de interés en la horquilla del 0,25 % y 0,50 %, pero evaluó de manera positiva la evolución económica, abriendo así la puerta a una subida en otoño.
Con nueve votos a favor y uno en contra, el Comité de Mercado Abierto de la Fed decidió mantener sin cambios el precio del dinero tras la subida de diciembre, que fue la primera en una década y supuso el fin de siete años de una política expansiva inédita por la crisis económica y financiera.
Tras su reunión de dos días, el banco emisor consideró que "los riesgos a corto plazo han disminuido" para la economía estadounidense, lo que podría indicar la predisposición de los miembros para una nueva subida de un cuarto de punto en septiembre, cuando la presidente de la Reserva Federal, Janet Yellen, realizará su comparecencia trimestral ante la prensa.
El comité monetario del banco central estadounidenses consideró que "el mercado laboral se ha estado fortaleciendo y la actividad económica se está expandiendo a un ritmo moderado".
"La postura de la política monetaria sigue siendo acomodaticia, de modo que apoye mayores mejoras de las condiciones del mercado laboral y la vuelta al 2% de inflación", señala el comunicado
Pese a todos estos signos positivos, la Fed ha decidido mantener los tipos de interés al mismo nivel con solo una voz disidente entre sus diez miembros, la de la presidenta de la Reserva Federal de Kansas, Esther George, que pedía una subida de un cuarto de punto.
En el primer trimestre del año, el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos aumentó a un modesto ritmo anualizado del 1,1 %, mientras que este viernes se conocerá el dato preliminar del segundo trimestre, que los analistas esperan que supere el 2,5%.
Una de las razones que podría haber elevado la cautela de la Fed en esta reunión para no subir los tipos de interés es esperar a analizar la marcha de la economía global y en, concreto, el impacto de la victoria en junio pasado de los que pidieron en referéndum que el Reino Unido abandonara la Unión Europea (UE).
La Fed acordó en junio esperar para ver los efectos de una retirada del Reino Unido de la UE, algo que ha hundido la libra esterlina, provocado un cambio de Gobierno en Londres y elevado los miedos sobre opciones políticas que abogan por aislacionismo económico y comercial.
Asimismo, la marcha de la economía china y la devaluación del yuan son motivos de preocupación en los mercados internacionales, que, no obstante, parecen estar evitando los pánicos bursátiles veraniegos del pasado.
En su evaluación sobre la marcha de la economía, los gobernadores de la Fed se comprometieron a "seguir vigilando de cerca los indicadores de inflación y la evolución financiera y de la economía global".
El comunicado emitido tras la reunión recuerda que la inflación sigue por debajo del objetivo del 2 %, especialmente debido a la caída de los precios de la energía, pero está apuntando alzas moderadas que lo acercan a la cota deseable por el banco emisor.
"La postura de la política monetaria sigue siendo acomodaticia, de modo que apoye mayores mejoras de las condiciones del mercado laboral y la vuelta al 2% de inflación", señala el comunicado.
Además, los miembros de Comité de Mercado Abierto consideraron hoy que la inversión de capital muestra un comportamiento "suave", un síntoma preocupante que podría deshacer parte de los avances en la mejora del mercado laboral al no augurar una expansión sólida del sector privado.
La economía de EE.UU. se encuentra cercana al pleno empleo, con una tasa de desempleo del 4,9 % y con una generación de puestos de trabajo consistente, pero con muestras de debilidad, como el dato de mayo, muy por debajo de lo esperado.
La demanda interna, de la que dependen dos tercios de la economía estadounidense, ha mejorado en los últimos meses tras el estancamiento mostrado a comienzos de año, algo favorecido por un dólar relativamente más sólido frente a las principales divisas.
Los mercados bursátiles y el fortalecimiento del petróleo son otros de los factores que podrían permitir una subida de tipos este otoño, avanzando así en una normalización monetaria que se ha resistido por las incertidumbres en varios frentes que vigila la Fed.
Los analistas estarán ahora pendientes de ver el próximo 17 de agosto qué otras pistas se desprenden de la publicación de las actas de esta reunión de dos días, así como de ver qué valoraciones da Yellen a finales de ese mes en la reunión de gobernadores de bancos centrales de Jackson Hole (Wyoming).
Las plazas bursátiles experimentaron hoy una leve mejoría al conocer la decisión de la Fed, mientras que el oro y el dólar se fortalecieron. EFE