Quito, 29 nov (EFE).- El fantasma de un nuevo coletazo de la crisis internacional ha forzado a los países latinoamericanos y del Caribe a profundizar su integración y proponerse una mejor cooperación.

Esa es una de las conclusiones de la "Declaración de Quito", suscrita hoy en la capital ecuatoriana por los responsables de Economía de la región en la II Reunión de Ministros de Finanzas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Las resoluciones del encuentro serán puestas a consideración de los jefes de Estado y de Gobierno de la región que se congregarán el primer trimestre del próximo año en la Cumbre de La Habana.

En la reunión en Quito, los ministros coincidieron en que el actual panorama económico mundial plantea un potencial escenario de debilidad en el crecimiento de Europa, una menor expansión en Estados Unidos y una "moderación" en el empuje de las economías emergentes.

Por ello "la necesidad de la integración regional para profundizar las fuentes internas de crecimiento, preservar los logros obtenidos en los últimos años en términos de inclusión social y fortaleza macroeconómica y sentar las condiciones necesarias para el desarrollo de nuestras economías", precisa la declaración.

Además, observa el potencial de América Latina y el Caribe para fomentar el comercio, las inversiones y la cooperación financiera intraregional, con el objetivo de contribuir al desarrollo, alcanzar la equidad, la inclusión social y "la soberanía" de los pueblos.

El ministro ecuatoriano de Finanzas, Fausto Herrera, al hacer un balance de la reunión, dijo en rueda de prensa que se espera que los gobernantes de la región aprueben las recomendaciones elaboradas en Quito y señaló que un Grupo de Trabajo de Finanzas de la Celac trabajará el próximo año en los temas de la declaración.

Destacó la propuesta de cooperación entre los bancos centrales de la región, que incluye la eventual apertura de cuentas recíprocas e interconexión de los sistemas de pago, para agilizar el comercio intraregional y evitar la salida de divisas de los países.

Asimismo, la Declaración de Quito propone crear un fondo de reservas de la Celac o ampliar el actual Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), que actualmente cuenta con unos 3.000 millones de dólares, pero que podría subir a 11.000 millones para garantizar la asistencia a toda la región.

También se ha propuesto la posibilidad de contar con un mecanismo propio para la solución de controversias en materia de inversiones, que podría tomar como punto de partida los avances alcanzados en esa materia por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Además, la declaración propone mejorar la cooperación entre los Estados en compras públicas, al considerar que el uso compartido de este instrumento puede "ahorrar bastantes recursos", según Herrera.

Se trata, dijo, de utilizar un mecanismo de "economías a escalas" entre varios países de la Celac para, por ejemplo, efectuar una sola compra en medicamentos, lo que podría reducir los costes.

Todas estas medidas, señaló el ministro ecuatoriano de Finanzas, permitirían a los países de la Celac "mejorar las medidas de defensa ante posibles choques externos", así como frente a catástrofes naturales.

También permitiría aplicar "políticas contracíclicas" cuando haya, por ejemplo, problemas en la balanza de pagos de un Estado que podría acudir a un "fondo latinoamericano de reservas más amplio", agregó Herrera.

La Celac está integrada por Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada y Guatemala.

También por Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. EFE