SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Tan cuesta arriba como venderle peines a un calvo. Así aseguran productores y exportadores de lechosa que les resulta reorientar hacia mercados como Canadá al menos una parte de la producción que iba rumbo a los Estados Unidos, antes de la veda sanitaria impuesta a ese y otros 17 rubros agrícolas dominicanos el pasado 18 de marzo.

Canadá y Rusia son de momento las opciones externas donde tanto las autoridades como la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) han estado gestionando mercado para los vegetales y frutas incluidos en la medida del Departamento de Agricultura estadounidense (USDA, en inglés), que tiene en ascuas a estos sectores.

Otra alternativa que se menciona, pero que no genera mucho optimismo ni convence a quienes están sientiendo en su bolsillo el impacto de la veda es el mercado local, sobre todo la industria turística y los grandes supermercados.

“Esa es la falacia más grande que el Gobierno se ha inventado, porque no existen condiciones todavía para tú poder hacer llegar las frutas a esos países”, comenta Villar al referirse a las opciones de colocar parte de la cosecha en Canadá o Rusia

“Hemos estado buscando alternativas, pero el mercado local está abastecido y los hoteles por igual, porque es que ya existe todo una cadena para distribuirles, que también está abastecida”, dice Miguel Villar, quien se dedica al cultivo y la exportación de lechosa en La Vega.

Indica que el mercado local se abastece con un 20% de la papaya que se produce en suelo dominicano, y encima tiene de frente a un peligroso competidor: el mango. “La papaya se vende cuando no hay mangos, pero ahora empieza la temporada de mangos y esto tumba prácticamente todos los productos de jugos y frutas”, refiere.

Villar afirma que el comercio de lechosa verde o “cooking papaya”, que es la variedad con mayor demanda en Norteamérica, “está prácticamente paralizado”, al tiempo que los frutos que estaban comprometidos con suplidores de esa nación “se están madurando" y corren un gran riesgo de perderse.

Empresas Villar Concepción exporta el 80% de toda la papaya que produce y al momento de emitirse la veda estaba colocando allí dos contenedores semanales, que llegaban al consumidor estadounidense a través de cadenas de hipermercados de la talla de Walmart y Publix.

“¿Qué vamos a hace ahora con esa producción de lechosa, que es un cultivo del año completo, que se cosecha las 52 semanas del año”, se pregunta el productor de uno de los cuatro rubros agrícolas más afectados por la veda, junto a los pimientos, aguacates y tomates.

Explica que Estados Unidos constituye el soporte de la producción local y es "dónde está la mayor población de asiáticos” en ciudades como Los Ángeles, California, San Francisco, Boston y Atlanta, que son quienes más consumen la papaya verde dominicana.

Cuestión de costos y fletes

“Esa es la falacia más grande que el Gobierno se ha inventado, porque no existen condiciones todavía para tú poder hacer llegar las frutas a esos países”, comenta Villar al referirse a la posibilidad de colocar volúmenes significativos de papayas en Canadá o Rusia.

Una traba difícil de superar, según el exportador, es el costo que implica trasportar la mercancía a Canadá, por ejemplo, ya que la veda impide también el ingreso aún sea transitoriamente a los puertos de Miami, en el estado de La Florida, que es la vía menos costosa.

“Nuestro flete marítimo no va a ser mayor de 7 dólares, pero si no puedes entrar por los puertos (estadounidenses), entonces el aéreo cuesta en promedio 20 dólares promedio por caja. Así no vamos a competir con países que envían por vía marítima, como México o Belice”.

Agrega que Canadá no es un mercado de grandes volúmenes para el producto y que desarrollar allí un nicho tomaría tiempo. “Tú no puedes venderle peines a un calvo, y eso es lo que está intentando el Gobierno, que los productores dominicanos le vendan peines a calvos”.

Constantino Pérez, otro productor que exporta a través de intermediarios señala que la prohibición ha dejado a este pujante sector sin su destino más rentable, “porque hay una diferencia de precio de más del 50% (con relación al mercado local) y es un mercado que se estaba abriendo” para la lechosa criolla.

“El 80% de lo que uno produce es para la exportación; yo tengo la ventaja de que coloco a suplidores de supermercados (dominicanos), pero el que vive de la exportación está teniendo serios inconvenientes, esto ha sido una verdadera desgracia y ojalá se resuelva rápidamente”.

Explica que los exportadores incurren en gastos muy superiores a los que producen solamente para el consumo local, que no se compensan con lo que se paga por el fruto en la República Dominicana.

“Hay una tecnología de producción que no la paga el mercado local, porque el protocolo de producción es muy distinto: solo se pueden usar insumos, agroquímicos certificados en Estados Unidos, que son extremadamente caros, y tienes que llevar un manejo estricto en la parte de inocuidad”, apunta Pérez.

Al cierre del 2014, las exportaciones de papaya reportaron divisas por casi 840 mil dólares (US$839,842.54) una suma inferior a los US$1,474,446 del 2013. Según las cifras del Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD), Estados Unidos, con un 80% del total exportado, Puerto Rico (10%), Canadá y Europa son los principales destinos de la lechosa dominicana.

De acuerdo con un reporte del portal centralamericadata, durante el 2014 las importaciones de papaya por parte de los Estados Unidos se incrementaron en un 15% con respecto al año anterior.

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