SANTO DOMIMNGO, República Dominicana.- Los altos niveles de criminalidad que afecta a buena parte de América Latina tienen una relación directa con el clima de “coexistencia pacífica” e impunidad que prevalece en esas sociedades, ante delitos como el asesinato, afirmó este martes el economista y experto en temas de política internacional, Moisés Naím.
Naím, ex director de la prestigiosa revista “Foreign Policy” y columnista en la actualidad de importantes publicaciones internacionales, apuntó que en la región ocurre el 31% de los homicidios a escala global, a pesar de que apenas alberga al 8% de la población mundial.
Citó los casos de Venezuela, Honduras, Guatemala y Brasil, naciones “que tienen las tasas de homicidios más altas” del planeta.
Con relación a la República Dominicana, indicó que es una nación “privilegiada”, que no exhibe índices delictuales tan alarmantes como otros de la región, por lo que aún está a tiempo de “tomar en serio” esta amenaza e implementar políticas eficaces contra el auge y la impunidad del crimen.
“Ustedes tienen todavía ese privilegio, son privilegiados; la tasa de homicidios de América Latina, de criminalidad, la frecuencia de secuestros, no ha llegado acá”
“Ustedes tienen todavía ese privilegio, son privilegiados; la tasa de homicidios de América Latina, de criminalidad, la frecuencia de secuestros, no ha llegado acá”, dijo Moisés Naím en el marco del foro “Comercio ilícito en la RD: causas, consecuencias y propuestas para su erradicación”, que auspiciaron la Cámara Americana de Comercio y la Phillip Morris Dominicana.
El economista advirtió sobre el riesgo que corren las sociedades donde hay una “coexistencia pacífica” con la muerte y el asesinato, “que tiene mucho que ver con la coexistencia con el crimen en general, con el porte de armas”, entre otras prácticas ilícitas.
Naím catalogó esa cohabitación con el crimen como “una de las amenazas más grandes que tenemos como humanidad, como región y como país”, en la República Dominicana.
El incentivo de la impunidad
Explicó que las sociedades deben cuidarse de propiciar condiciones e incentivos que fomenten la criminalidad, sobre todo entre los jóvenes. “Cuando usted crea condiciones en una sociedad en la cual la gente lo único que esa sabe es eso, y donde el riesgo de cometer un crimen es un muy bajo y la rentabilidad de ese crimen es muy alto, y la probabilidad de que yo quede impune sean altas, va a generar los incentivos para que miles de jóvenes tomen esto como ruta”, sostuvo.
Una vez que eso “se establece como un patrón de movilidad social y de progreso económico de los jóvenes en una sociedad” después es muy difícil erradicarlo, puntualizó el ex director del Banco Central de Venezuela y director ejecutivo del Banco Mundial.
“Entonces aprovechen el enorme privilegio que tienen como sociedad de que todavía no están allí y empiecen a tomar en serio la idea de que el crimen sí es una amenaza muy importante”, dijo Naím ante decenas de líderes empresariales, economistas y altos funcionarios, incluido el procurador general Francisco Domínguez Brito.
Adujo que el auge de la criminalidad no es un problema “solo policial, judicial, y tampoco es un problema del Estado” exclusivamente, sino que requiere del concurso de todos los sectores sociales.
"Es una ilusión pensar que esto es culpa del Gobierno y lo resuelve el Gobierno; el Gobierno no lo puede resolver sin la participación activa de la sociedad civil, de las universidades, del sector privado, de los sindicatos, de los medios, los productores de telenovelas que muchas veces glorifican a los narcotraficantes, de los profesores; esto tiene que ser un esfuerzo colectivo”, manifestó.