El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) convocó a altos funcionarios de ministerios de economía, de industria y de ciencia y tecnología de Centroamérica y República Dominicana para discutir políticas públicas que impulsen la innovación y el desarrollo productivo.
El foco del encuentro son los programas de extensionismo tecnológico (PET), que pueden constituir una herramienta clave para que empresas menos productivas y nuevos emprendimientos de la región se conviertan en firmas más productivas, dinámicas e innovadoras.
La reunión, denominada Diálogo Regional de Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación, se lleva a cabo desde el miércoles 20 y este jueves 21 de julio en la capital costarricense, y además de las autoridades de Centroamérica y República Dominicana, participan especialistas del BID y expertos de Chile, Corea, Estados Unidos y Uruguay.
Por República Dominicana asiste al evento el ingeniero Juan Reyes, viceministro de Gestión de Competitividad del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
Los programas de extensionismo tecnológico (PET) consisten primordialmente en ofrecer a las empresas servicios de orientación y asesoría para la gestión, identificación y adopción de tecnologías existentes en el mercado.
Algunos ejemplos concretos de estos servicios son la exploración de tecnologías, la intermediación con proveedores tecnológicos, el diagnóstico y evaluación comparativa, asesoría en procesos productivos, gestión y comercialización, cumplimiento de estándares, capacitación, misiones y pasantías tecnológicas, entre otros.
Experiencias de países desarrollados han demostrado que mediante el acceso a estos servicios las firmas se vuelven más productivas e incorporan a la innovación como herramienta para poder competir en mejores condiciones especialmente en los mercados internacionales. Sobre estas experiencias hablará la experta internacional Jan Youtie del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos), cuya presentación fue comentada por Marcelo Jenkins, Ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones de Costa Rica.
Por su parte, Sanghun Lee, director senior del Ministerio de Ciencia, TIC y Planeamiento Futuro de Corea; Pedro Sierra de la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO) de Chile; y Michelle Snoeck del Centro de Extensionismo Industrial (CEI) de Uruguay, presentarán las experiencias de sus países en el diseño e implementación de PET para el desarrollo empresarial.
Conocimiento para paliar la pobreza
Centroamérica y República Dominicana presentan tasas de crecimiento económico positivas e importantes incrementos de sus exportaciones, pero el PIB sigue siendo relativamente bajo, y los indicadores de pobreza, productividad e innovación reflejan importantes rezagos.
Para lograr revertir estos indicadores, es necesario que se pueda generar una incorporación masiva de conocimiento tecnológico y de capacidades de gestión en las empresas.
Para Carlo Pietrobelli, especialista líder de la División de Competitividad e Innovación del BID y coordinador del evento, una alternativa es la incorporación de conocimientos y tecnología por medio de los PET.
“Las políticas públicas de innovación en la región han tendido a concentrar sus esfuerzos en promover la inversión en investigación y desarrollo (I+D) y han prestado una menor atención y recursos a la difusión y asimilación de tecnologías ya existentes. Los PET pueden contribuir a aumentar la productividad y competitividad de las empresas, especialmente de las PYMES”, señala.
En ese sentido, un estudio a ser presentado durante el encuentro por Roberto de Groote, consultor internacional con experiencia en programas de innovación en la región, sugiere que Centroamérica y RD desarrollen programas de extensión bajo una misma metodología y plataforma de apoyo, lo que podría generar beneficios técnicos y financieros.
Según el experto, para implementar los PET se requieren cuatro elementos fundamentales: instituciones con capacidades de liderazgo y coordinación, instrumentos acordes a las necesidades empresariales, capital humano para la ejecución de proyectos y capacidades técnicas para prestar servicios tecnológicos.
“Varios países de la región han comenzado a mostrar un gran interés por diseñar y poner en marcha nuevos programas de extensión tecnológica, o renovar y optimizar los que ya tienen. Esto presenta una gran oportunidad para aprender las lecciones de programas similares en el mundo, y así desarrollar PET efectivos, con gran alcance y adaptados a la realidad de cada país o región”, asegura Pietrobelli.