SANTO DOMINGO, República Dominicana.- A prácticamente una década de su entrada en vigor en el país -1 de marzo, 2007-, el Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA, por sus siglas inglesas) ha significado sustanciales avances a nivel institucional y de la seguridad jurídica para el clima de negocios e inversiones.

Pero al mismo tiempo abrió el mercado local a una creciente variedad de productos que pugnan por las preferencias del consumidor, e implican a su vez ingentes retos para sectores particularmente sensibles -e importantes- de la economía.

Uno de los negociadores protagónicos del acuerdo en la parte dominicana fue Hugo Rivera, ex viceministro de Comercio Exterior del Ministerio de Industria y Comercio (2000-2004).

Rivera, consultor privado, sostiene que la RD no acaba de dar los pasos necesarios para aprovechar todo su potencial en el marco del tratado, y blindar a sus sectores productivos ante los inminentes embates de la apertura, como han hecho los competidores regionales.

“Nos hemos quedado atrás”, manifestó al periódico Acento este experto en comercio internacional y coordinador del equipo que dirigió las negociaciones del DR-CAFTA.

¿Qué tan rentable ha sido el DR-CAFTA para el país ?

El acuerdo ha sido una revolución para la República Dominicana. Hay que ver qué fue la República Dominicana sin DR-CAFTA, y qué es hoy. Sin el acuerdo muchas de las inversiones que tú estás viendo en el sector zonas francas, en el sector turístico, muchas de las inversiones que han llegado… y muchas de las exportaciones nuevas que se han generado, ha sido gracias al tratado. O sea, el DR-CAFTA ha sido sumamente beneficioso para la RD, y todas esas transformaciones que tú ves en transparencia de compras gubernamentales, en portabilidad numérica, en muchísimos aspectos; ahora tú vas al supermercado y ves productos de todas partes del mundo, de todas las variedades; esa seguridad jurídica. Antes tú abrías el periódico y te topabas con que Aduanas había impuesto una medida, que si una comisión cambiaria, ya tú no ves nada de eso, y eso es gracias a las normas del DR-CAFTA. Y también tienes el comercio de servicios, porque también se exportan servicios, hay muchas prestaciones de servicios de todo tipo desde República Dominicana. El problema ha estado en la implementación del acuerdo.

Rivera fue viceministro de Comercio Exterior (2000-2004).

¿Cómo valora su implementación?

Te comento lo siguiente, si tú revisas las exportaciones, ¿cómo va a ser que diez años después de implementado el DR-CAFTA, las exportaciones en vez de aumentar bajen 30, 40, 50 millones (de dólares) a los Estados Unidos. ¿Cómo va a ser que República Dominicana es el único país del hemisferio occidental que ha decrecido sus exportaciones luego de firmar un acuerdo con los Estados Unidos? Eso significa que lo estamos haciendo mal. ¿Cómo va a ser que ahora es que se está hablando de un banco para la exportación? Eso debió hacerse en el primer año, hace diez años.

"Danilo Medina ha hecho mucho en el campo, en la base, pero hace falta enlazar la inteligencia comercial, las bases del acuerdo, con ese trabajo"

¿Por qué decrecen las exportaciones?

Nuestro régimen fiscal, si tú lo comparas con el de Estados Unidos y Centroamérica, no es un régimen competitivo para la exportación. Aquí tenemos el régimen de Zona Franca, que es más o menos competitivo, pero ahora mismo hay países que están dando los locales comerciales para la instalación, ayudas para capacitación del personal, están pagando el transporte. O sea, nosotros en muchos aspectos nos hemos quedado atrás, porque hemos querido cambiar de un Estado grande y perezoso, a desmejorar la competitividad para mantener ese Estado que no produce nada, porque el que produce y paga los impuestos es el sector privado. Cuando tú ves el régimen de Centroamérica, el decreto 28-89 de Guatemala; allí una empresa prácticamente produce en el mercado local bajo un régimen nacional, y cuando exporta en efecto es como si fuese una zona franca, le exoneran desde la materia prima hasta el Impuesto Sobre la Renta (ISR) a la exportación. Entonces por eso no vamos a competir con los centroamericanos, porque nuestro régimen fiscal no está acoplado para el comercio exterior. Aquí se habla muchísimo de exportación, pero cuando vienes a ver tú tienes un sistema que lo que favorece es a las importaciones.

¿No se está exportando más, como dicen las autoridades?

Tú no puedes hablar de que aumentamos las exportaciones en base a oro, porque el oro es como si fuese una cuenta corriente; con el oro tú lo que estas es sacando tu riqueza del país, no estás creando riqueza, y la RD ha aumentado sus exportaciones en algunos aspectos, claro, en mil millones de dólares en oro, en un año. Entonces lo que veo es que el sistema dominicano no favorece al comercio exterior. Y el mismo problema que tenemos con Estados Unidos lo vamos a tener con la Unión Europea; lo tenemos con Centroamérica, con una balanza siete a uno. Ya la balanza comercial con Puerto Rico, que siempre era a favor, es contraria a la República Dominicana. Vemos que no hemos crecido como deberíamos crecer con los Estados Unidos. Entonces, la RD necesita una revolución dirigida al comercio exterior, al comercio internacional.

¿Cuáles sectores son más sensibles a la competencia externa y cómo protegerlos?

En mi opinión el sector más sensitivo ahora bajo el DR-CAFTA es el de Alimentos y bebidas producidos en la República Dominicana. Ese sector lo componen 59 subsectores, y es un alto porcentaje de nuestra producción. ¿Por qué es sensitivo? Primero, porque cuando se desgrave el arancel del arroz totalmente, en los próximos años, cuando se desgrave el de la pasta de tomate, el de las habichuelas, de la leche en polvo, el del pollo -que muchas de esas partidas ya están desgravadas-, el del jarabe de maíz, que va a competir con el azúcar; cuando se desgrave todo eso y tenga que competir el producto dominicano de tú a tú con un producto norteamericano, que probablemente venga también con un nivel de subvención del Estado, pues probablemente esos sectores no van a poder competir.

"Aquí ningún empresario conoce un agregado comercial de República Dominicana que le haya hecho un buen negocio. Eso no existe"

¿Por qué es tan vulnerable ese sector?

República Dominicana tiene cuotas recíprocas en los Estados Unidos, en muchos productos de los no ha podido exportar ni uno. ¿Por qué? Porque no cumplimos la parte fitosanitaria. Entonces tenemos que trabajar paralelamente en el cumplimiento de esas normas fitosanitarias, armonizar esas normas, dar reconocimiento mutuo a laboratorios dominicanos, que sean reconocidos en los Estados Unidos, y mejorar nuestros estándares. Ahora mismo en las cadenas de los Estados Unidos no compran productos alimenticios que no tengan instaurados planes HACCP, que es un plan para puntos críticos de seguridad alimenticia, una certificación parecida a la ISO, y eso hay que trabajarlo fuertemente, porque una cadena o cualquier supermercado grande de Estados Unidos no compra alimentos que no tengan eso. Entonces pasa que el producto dominicano no cumple en materia fitosanitaria en los Estados Unidos; ni nuestros helados, ni nuestros quesos, ni nuestras carnes, ni nuestros cerdos. Entonces los productos norteamericanos sí cumplen aquí. Los productos dominicanos no cumplen en Centroamérica, pero los productos centroamericanos sí cumplen las normas fitosanitarias aquí, y eso va a crear un problema arancelario, que el mercado a esos sectores se les constriña. Entonces las pocas protecciones que tiene el acuerdo, que tiene por ejemplo unas salvaguardas automáticas, cuando cae el calendario de desgravación ya las salvaguardas desaparecen. O sea, que esos productos van a quedarse sin protección de salvaguarda tampoco. Cuando esas automáticas caigan y caiga el arancel, no sé qué va a hacer la RD con el sector productivo.

¿Es así de complejo el panorama?

Para que entiendas, el arancel en el sector comercial e industrial ya está todo en cero. Solo quedan los productos sensibles, que es a 20 años, ahí están el arroz, la habichuela, el pollo. Pero todo lo del sector comercial que tú traigas de los Estados Unidos está en cero. Por eso es que tú ves que Estados Unidos, que exportaba (A la RD) US$4 mil, US$5 mil millones, está exportando US$7 mil millones. Sin embargo, nosotros nos hemos mantenido con los mismos cuatro mil y pico de millones (de dólares). Y si tú ves como México, Canadá, como ellos en diez años pudieron duplicar sus exportaciones. Centroamérica ha aumentado. Y contrario a lo que la gente piensa, en el año 2004 República Dominicana era el quinto socio comercial de Estados Unidos en la región; exportaba más que Chile, más que Argentina, y si tú le quitabas los hidrocarburos a Venezuela, exportaba más que Venezuela. O sea, la potencia era República Dominicana, exportábamos más que todos los países de Centroamérica. Ahora Costa Rica exporta más que nosotros.

República Dominicana suscribió el DR-CAFTA el 5 de agosto del 2004, pero empezó a implementarlo casi tres años después, en marzo de 2007.

¿Eran válidas, entonces, las críticas del sector agropecuario al tratado?

Bueno, es que son dos cosas. Una es la negociación del acuerdo, y otra cosa es el proceso de implementación. Vamos por diez años. ¿Qué ha hecho el Estado con esos sectores? El primer funcionario que se designó en los Estados Unidos, en la mayoría de los países centroamericanos, fue un agregado agrícola. RD creo que no tiene un agregado agrícola y si lo tiene no está haciendo el trabajo. Porque tú necesitas a alguien que esté visitando todas esas agencias que tienen que ver –la FDA, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos- para tú poder hacer, agilizar que llegue mucha de esa permisología que necesitan los productos dominicanos. La cuota de nosotros de helados no se puede llevar porque los lácteos no entran allá, la de carnes tampoco, ni la de embutidos. O sea, nosotros no hemos podido sacarle provecho (al DR-CAFTA), ellos sí. Ese es un trabajo que toma tiempo, puede tomar un año, dos años, pero se puede, porque si otros países lo han hecho, ¿por qué nosotros no lo podemos hacer? ¿Cómo me van a decir que la responsabilidad recae en el sector negociador, diez años después?

¿Qué hicieron los centroamericanos, que les permite aprovechar más el acuerdo?

Lo primero es que esos países venían trabajando muy fuertemente en la parte fitosanitaria. Fíjate que mientras nosotros le exportamos tal vez 25 mil o 30 mil dólares a Costa Rica, ellos nos exportan 10 o 12 millones de dólares en alimentos y bebidas; la calidad y el cumplimiento de las normas con Estados Unidos. Esos países invirtieron los recursos que tenían en la mejora; crearon un régimen especial de exportación, aquí no. Tercero, aparte de todo esto la principal arma que tiene un país para tener acceso al mercado en otros país lejano es su diplomacia comercial; sus agregados comerciales y demás. Aquí tú ves que países como Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, mantienen un monitoreo en los supermercados, una vigilancia de qué se está importando, cuál es la tendencia del mercado, qué puede gustar aquí y que no, y se contactan allá. Y esos funcionarios no dependen de Relaciones Exteriores, dependen del Ministerio de Comercio.

¿Carece la República Dominicana de esa “diplomacia comercial”?

Totalmente, aquí hay un fracaso en eso. Aquí tú tienes un agregado comercial que no sabe lo que es una regla, ni una materia fitosanitaria, ni a qué va a un Ministerio. O sea, por lo general, tú ves aquí que el agregado comercial de Estados Unidos o hasta el de Honduras, de cualquier país pequeño, mantiene una relación estrecha con su Ministerio y los empresarios. Pero aquí ningún empresario conoce un agregado comercial de República Dominicana que le haya hecho un buen negocio. Eso no existe. Segundo, te domina el mercado, qué se está exportando, cuáles son las cualidades, cuáles son los gustos en el mercado, y eso se traduce en sus países. Aquí debe hacerse una revolución en materia de diplomacia comercial, y yo entiendo que se debe crear la figura de agregados comerciales, y que esos funcionarios no deben depender de Cancillería. Y debe haber una interrelación más cercana entre las instituciones. Aquí hay una descoordinación económica entre el CEI-RD, Industria y Comercio, el Consejo Nacional de Zonas Francas, Competitividad y Relaciones Exteriores. Eso no puede ser. La principal arma que tiene un país es su diplomacia comercial, sus agregados comerciales, porque ese es el que está en Taiwán, por ejemplo, viendo lo que está pasando con el mercado. Tampoco los tienen en entrenamiento, los mandan por una posición política, porque es hijo, primo de fulano. Y no este Gobierno, todos, hay que decirlo claramente. Cuando yo era viceministro de Comercio Exterior solamente un agregado comercial me llamaba, pero después ninguno. Es más, tú los llamabas para algo y se ofendían, se incomodaban.

¿No hay una estructura, eficaz, de agregados comerciales?

Aquí no hay nada, en eso no se está haciendo nada. Hay oficinas del CEI-RD (Centro de Exportación e Inversión) en algunos países y demás; aquí se ha arrastrado mucho personal político, nada es profesional, personas que no saben qué es un arancel, ni qué es una medida sanitaria que tienen que romper en esos países. Entonces nosotros estamos ahora mismo trabajando… imagínate que Estados Unidos en una guerra no tenga a la CIA, ni ninguna inteligencia. Estamos trabajando sin ninguna inteligencia comercial. Los empresarios tienen que viajar allá y preguntar, contratar consultores externos carísimos. Si aquí no se hace una revolución que va desde la parte diplomática hasta la parte comercial y fiscal, la RD va a pasar de ser un país productor a un país probablemente importador, eso es obligatorio. Yo no sé qué respuesta le van a dar (al sector productivo) cuando se termine de desgravar, porque estamos hablando de DR-CAFTA, pero el EPA (Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea) tiene esos mismos calendarios, y se están terminando, el calendario de la leche del EPA. Todo eso está corriendo, no es solo Estados Unidos. Entonces, ¿qué va a hacer el país con ese sector productor nacional?

Pero hay mecanismos e instituciones de defensa comercial…

Eso tienen que trabajarlo. Aquí hay una Ley contra Prácticas Desleales (Ley 1-02), pero entiendo yo que es una ley que debe acercarse más al productor, una ley que para tú llevarle un caso es sumamente complicado; eso no puede ser, aquí no hay defensa comercial. Tú ves países como Canadá y tú abres el arancel y encuentras muchas medidas de defensa comercial; salvaguardas aplicadas para sectores, aquí no hay nada de eso. Aquí hay una ley, está la Comisión de Defensa Comercial (CDC). Esa ley es la que tiene que velar porque no entren productos subsidiados, porque no entren productos que causen daños a la economía; o sea, que se puedan solicitar salvaguardas, no las salvaguardas del acuerdo, sino en general. Pero yo entiendo que por más buenos funcionarios que ellos sean, si esa ley no se acopla y se mejora el sistema de presentación de los casos… en Estados Unidos, por ejemplo, se trabaja bifurcado; cuando se pone una salvaguarda para proteger algún sector se hace vía el Estado, la declara el Presidente. Aquí no, aquí el sector privado tiene que ir, gastar dinero en abogados, y es muy difícil para un agricultor que esté sembrando papas, que esté monitoreando las importaciones y no sabe por qué su papa no se está vendiendo. Entonces yo entiendo que esa ley debe ser modificada, y que debe haber un organismo, que tal vez deba ser el Ministerio de Industria y Comercio que tenga un departamento de Defensa Comercial y que pueda presentar casos pero de mano con los productores, porque si no va a ser muy difícil la defensa comercial del país.

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Hugo Rivera es licenciado en Derecho, con un posgrado en Comercio Exterior de la East-West Trade Law & Internacional Business y la Universidad de San Diego, California, EE. UU.

¿Realmente puede el sector arrocero "desaparecer” por las importaciones?

Bueno, yo entiendo que actualmente, si tú le desgravas hoy el arancel al arroz de Estados Unidos, el arroz dominicano no compite, se vendería el arroz norteamericano. Ahora bien, a esos sectores se les puede crear, al igual que tienen en Estados Unidos, medidas que puedan protegerlos en contra de posibles daños, salvaguardarlos. Ahora, yo lo que no entiendo es por qué eso no se ha hecho. Tenemos diez años, y pudimos crear los mecanismos en ese tiempo para que esos sectores hoy estuvieran blindados, estuvieran garantizado su comercio, y de hecho su comercio exterior, las exportaciones. Eso es otra cosa, ¿cómo va ha ser que a diez años aún no tengamos un Banco para la Exportación? Cuando aquí llega un cargamento de arroz o de cualquier producto norteamericano, probablemente venga con un financiamiento del Exim Bank (Banco de Exportación e Importación de EE.UU.), pero nosotros no tenemos eso. Está el BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica) en Centroamérica. Pero ¿cuál es el respaldo que tiene la exportación dominicana? No tiene. A los diez años es que se está hablando del Bandex (Banco Nacional de Desarrollo y de las Exportaciones), que todavía ni se ha juramentado la Junta Directiva. Dime qué ventajas le ofrece el sistema fiscal dominicano a unas exportaciones a la industria nacional, nada. Hay que buscar un mecanismo acogido por la OMC, para que las exportaciones dominicanas no paguen Impuesto Sobre la Renta. Yo te apuesto que si las exportaciones no pagan ISR mucho del sector cautivo, que lo que está es pensando en el mercado nacional, se va a volcar hacia la exportación. Y Centroamérica tiene eso, las exportaciones de CA no pagan impuestos, Estados Unidos lo tiene, Puerto Rico lo tiene. ¿Por qué nosotros no lo vamos a tener?

¿Cuáles medidas recomendarías al próximo gobierno, para mejorar el desempeño de las exportaciones y del país en el DR-CAFTA?

Yo le diría al Estado dominicano, primero, hay que hacer un cambio de nuestro sistema fiscal, con ese sistema no vamos a competir, por lo menos en el sector nacional. Segundo, la parte fitosanitaria es lo más necesario; hay que lograr que ese sector que hace alimentos y bebidas cumpla con Estados Unidos, porque si no cumple no va a poder exportar, y tenemos ahí tal vez millones y millones de dólares que pudieran estarse exportando y no llegan. Lo tercero es agilizar el funcionamiento del Bandex. Cuarto, que haga una revolución en el sector de la diplomacia comercial. Nosotros no tenemos ninguna inteligencia comercial fuera de aquí. Y debe fortalecer a Industria y Comercio, en el comercio internacional, porque aquí hay un dilema entre Cancillería e Industria y Comercio. Los agregados comerciales y el embajador ante la OMC deberían corresponder al MIC, no a Cancillería, y se deben coordinar con Cancillería las acciones comerciales, porque ellos son los que tienen la visión internacional. Yo pienso que ese es el modelo a seguir. Entiendo que el próximo Presidente debe él mismo dirigir una revolución y crear un programa de implementación del comercio internacional en los sectores productivos. Olvidarse de la parte legal, porque aquí se ha hecho una implementación legal muy bien del acuerdo, y concentrarse en los sectores productivos. Sentarse, aliarse con esos sectores con el fin de transformar y hacer de RD el principal país exportador de la región, como lo éramos antes.