SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Durante los 12 meses siguientes al comienzo de la pandemia de COVID-19, República Dominicana podría tener de 873 a 5,129 muertes adicionales de menores de 5 años, y 40 a 246 muertes maternas adicionales, debido a las reducciones de los servicios médicos rutinarios y al aumento de la emaciación infantil por la pandemia, advirtió este miércoles el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La consideración se basa en un análisis llevado a cabo por los investigadores de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública publicado recientemente en la revista The Lancet Global Health, en el cual se estima que al menos 6,000 niños adicionales podrían morir cada día por causas prevenibles a lo largo de los próximos seis meses a medida que la pandemia de la COVID-19 sigue debilitando los sistemas de la salud e interrumpiendo los servicios rutinarios.
En el país caribeño, según el estudio, en el escenario más leve habría una disminución de cobertura de intervenciones de 9.8 a 18.5 durante 6 meses y aumento de un 10 %, la desnutrición aguda provocaría en el país 873 muertes adicionales de menores de 5 años, y 40 muertes maternas adicionales.
En el escenario más grave, por la reducción de cobertura de intervenciones de 39,3 a 51.9 %, durante 6 meses y aumento por la desnutrición aguda en un 50 %, se estimarían 5,129 muertes adicionales de niños o niñas menores de 5 años y 246 muertes maternas.
“En este peor escenario estaríamos retrocediendo 30 años en ambas cifras de muertes, señaló Rosa Elcarte”, representante de UNICEF en el país.
En el análisis se examinan tres supuestos, leve, moderado y grave, y tomando como base el peor de tres supuestos de 118 países de ingresos bajos y medios, se estima que podrían producirse alrededor de 1,2 millones de muertes adicionales de menores de cinco años en tan solo seis meses debido al impacto de la pandemia y una probable disminución en la cobertura de los servicios médicos rutinarios.
Estas potenciales muertes infantiles se sumarían a los 2,5 millones de niños que mueren cada seis meses antes de cumplir cinco años en los 118 países incluidos en el estudio, lo que podría echar por tierra casi una década de avances para poner fin a la mortalidad prevenible de menores de cinco años.
Por otro lado, agregó el informe, también podrían producirse 56.700 muertes maternas adicionales en tan solo seis meses, sumadas a las 144.000 muertes que ya tienen lugar en los mismos países a lo largo de un periodo de seis meses.
“En el peor de los casos, la cifra mundial de niños que mueren antes de cumplir cinco años podría aumentar por primera vez en décadas”, aseguró la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “No podemos permitir que las madres y los niños sufran los daños colaterales de la lucha contra el virus. Y no podemos permitirnos perder décadas de avances en la reducción de muertes prevenibles de madres y de niños”.
En el estudio, se analizan los efectos que las reducciones de las intervenciones vitales a causa de la crisis tienen sobre las muertes maternas e infantiles. Estas intervenciones abarcan la planificación familiar, la atención prenatal y postnatal, la obstetricia, las vacunas y los servicios preventivos y curativos. Las estimaciones revelan que, si se interrumpen los servicios ordinarios de atención médica y se restringe el acceso a los alimentos, el aumento de las muertes infantiles y maternas será devastador. El mayor número de muertes infantiles adicionales se deberá a un aumento en desnutrición aguda, a la reducción del tratamiento de la neumonía y a la sepsis neonatal.
En los países cuyos sistemas de salud ya eran débiles – como el caso dominicano –, la pandemia de COVID-19 está ocasionando interrupciones en las cadenas de suministro médico y está sobrecargando los recursos humanos y financieros. Las visitas a los centros médicos están disminuyendo debido a los confinamientos, los toques de queda y las interrupciones en los transportes, y también por el temor que siguen teniendo las comunidades a infectarse. En un comentario sobre el informe de The Lancet, UNICEF advierte de que estas interrupciones podrían desencadenar aumentos potencialmente devastadores de las muertes maternas e infantiles.
Crisis a largo plazo
Esta semana UNICEF lanzará #Reimaginar, una campaña internacional para evitar que la pandemia de la COVID-19 se convierta en una crisis a largo plazo para los niños, especialmente los más vulnerables: los que se ven afectados por la pobreza, la exclusión o la violencia familiar.
A través de la campaña, UNICEF hará un llamamiento urgente para que los gobiernos, la población, los donantes y el sector privado se sumen a nosotros para tratar de “responder, recuperar y reimaginar” un mundo que en la actualidad se encuentra asediado por el coronavirus.
- Responder. Debemos actuar de inmediato para frenar la transmisión del virus, ayudar a los enfermos y proteger a los profesionales sanitarios que trabajan en primera línea arriesgando su propia vida para salvar la de los demás.
- Recuperar.Incluso cuando la pandemia se desacelere, cada país tendrá que seguir trabajando para mitigar los efectos secundarios que esta tendrá sobre los niños y abordar el daño causado. Además, las comunidades tendrán que trabajar unidas y más allá de sus fronteras en la reconstrucción, así como para prevenir el regreso de la enfermedad.
- Reimaginar. Si hemos aprendido algo de la pandemia del COVID-19 es que nuestros sistemas y nuestras políticas han de proteger a las personas en todo momento, no solo en situaciones de crisis. A medida que el mundo se recupera de la pandemia, este es el momento de sentar las bases para reconstruir un mundo mejor.