SANTO DOMINGO, República Dominicano.- Representantes de los sectores construcción y vivienda estimaron como positivos los resultados arrojados por el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE), y descartaron que la iniciativa pueda afectar sensiblemente a estas actividades económicas, donde la mano de obra haitiana tiene una importante incidencia.
De acuerdo con la Cámara Dominicana de la Construcción, cerca del 80% de los inmigrantes del vecino país que laboran para las empresas formales del sector pudieron acogerse al PNRE, sobre todo en las zonas urbanas.
“Puede ser que en las obras que están más alejadas una parte haya confrontado inconvenientes, pero según las investigaciones que hemos hecho, la mayoría de los migrantes haitianos que usamos en la construcción pudieron acogerse al Plan o por lo menos inscribirse”, afirmó el presidente de la entidad, Cristian Ciccone.
El empresario favoreció que una vez legalicen su status migratorio los trabajadores haitianos sean incorporados formalmente al sistema de seguridad social, para que puedan acceder a indemnizaciones por accidentes laborales, entre otros beneficios de la cobertura de salud.
“Una vez tengan su regularización yo creo que eso es obligatorio, porque nadie puede estar registrado y no beneficiarse de la Seguridad Social (…) incluso creo que debe ser una cobertura total, porque ahora se les dan servicios de salud en los hospitales, lo que no los protege son las indemnizaciones por accidente”, sostuvo.
Ciccone adujo que la participación de los trabajadores haitianos es mayor sobre todo al comienzo de las edificaciones y obras de infraestructuras, pero que en las demás etapas de la construcción predomina la mano de obra dominicana. “Los terminadores, ‘piseros’, plomeros, electricistas, pintores, el mismo personal administrativo de la obra, los choferes, son generalmente dominicanos”, agregó.
De su lado, la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) resaltó el apoyo que han dado sus afiliados a la iniciativa, que incluyó la celebración de seminarios de orientación con funcionarios del Ministerio de Trabajo.
“Efectivamente fueron muchos los que pudieron regularizarse, donde puede haber inconvenientes es en el sector informal de la construcción”, dijo Héctor Bretón, presidente de Acoprovi, en declaraciones al periódico Acento.
No obstante, reiteró la necesidad de que Gobierno y empresariado promuevan una mayor incursión de los trabajadores dominicanos, a través de programas de formación técnica, lo que permitiría paliar la dependencia de la mano de obra haitiana en algunos renglones del sector.
El presidente de Acoprovi puso en duda que los controles migratorios puedan ocasionar un déficit de personal en la industria local de la construcción, “siempre y cuando formemos y capacitemos la mano de obra dominicana” que requiere el sector.
“Por eso hemos propuesta crear el Centro de Capacitación de la Industria de la Construcción, así los salarios serían mejores porque serán trabajadores más capacitados; eso no quiere decir que vamos a prescindir de la mano de obra inmigrante, pero si por lo menos paliar” su uso.
Bretón indicó que el salario mínimo en el área de la construcción ronda actualmente los 13 mil pesos mensuales, mientras que un maestro constructor puede ganarse hasta 40 mil pesos, más algunos incentivos adicionales.
Codia pide revertir el desplazamiento
Consultado al respecto, el presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros Arquitectos y Agrimensores (Codia), José Espinosa, abogó porque se adopten medidas concretas para que el dominicano se motive a trabajar en la construcción, y revertir de ese modo el “desplazamiento” que ha habido en este ámbito de la economía.
“Siempre hemos abogado porque el Gobierno conjuntamente con conjuntamente con los maestros constructores, con el sindicato de trabajadores de la construcción, de que motivemos a los trabajadores nacionales a se reinserten en el área”.
Agregó que incluso muchos desempleados pueden encontrar trabajo en el sector. “Si hay si hay repatriaciones masivas, eso podría afectar, pero si se motiva al trabajador dominicano a que se inserte la situación es distinta, porque el sector es muy amplio”.
Según informó el Ministerio de Interior y Policía, en la primera fase del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, que concluyó oficialmente el pasado miércoles, se inscribieron más de 288,466 mil personas.
En términos generales, los inmigrantes haitianos representan entre el 40% y el 60% de la mano de obra haitiana utilizada en la edificación de viviendas, porcentaje que sería significativamente menor en las constructoras que operan en el mercado de manera formal.