Una empresa emergente israelí ha desarrollado un azúcar el doble de dulce que el común, que permitirá reducir su consumo a la mitad sin provocar efectos en el sabor ni el indeseado retrogusto que dejan algunos de sus sucedáneos.

El director ejecutivo de la compañía, Eran Baniel, aseguró a Efe que han desarrollado una novedosa tecnología que facilitará una reducción considerable de la cantidad que emplea la población en su dieta mediante la modificación de la forma en la que las moléculas interactúan con los receptores del gusto en la lengua.

"Lo que hemos hecho es recubrir unas partículas minerales con azúcares, que al entrar en contacto con los receptores del azúcar descargan el dulce y hacen creer que su cantidad es mayor. Básicamente engañamos a los receptores", explicó.

El invento permitiría, por ejemplo, tomar una taza de café con una cucharadita de azúcar en lugar de dos, pero con el mismo sabor y sin percibir la diferencia.

Con sede en la localidad de Petaj Tikva, próxima a Tel Aviv, la empresa, DouxMatok, integrada por cuatro personas y con sólo dos años de vida, ya ha despertado el interés de las grandes compañías de alimentación y bebida, así como azucareras del mundo.

Los creadores de esta "plataforma tecnológica", según la describe su responsable, aspiran a hacerse un hueco en el mercado global con un producto con un valor calórico reducido en relación al azúcar tradicional, que no implica riesgos para la salud, que no deja retrogusto y un precio similar o incluso menor al de toda la vida.

Este "superazúcar", también podría atraer a los amantes del dulce en sectores como la dietética o nutrición, e incluso en la industria farmacéutica, donde los jarabes infantiles y múltiples medicamentos incluyen este elemento.

"Consumimos grandes cantidades de azúcares como en los refrescos de cola, y gran parte del azúcar no llega siquiera a los receptores puesto que pasa directamente de la boca al estómago", sostiene el experto.

Pero con las partículas inertes que emplea esta tecnología, cuyo uso está autorizado en alimentación, se reduce considerablemente tanto el azúcar que entra en contacto con los receptores de la lengua como el que finalmente digerimos, sin aparente diferencia al gusto.

Otro de los beneficios de la sustancia es que permitirá a las empresas reducir los costes de fabricación al disminuir la cantidad de materia prima requerida para endulzar.