(Jean-Michel Caroit corresponsal en Santo Domingo de Le Monde. Versión en español de Iván Pérez Carrión)
JUANA MÉNDEZ, Haití.-Hace una década, Juana Méndez (Ouanaminthe), ciudad fronteriza entre Haití y la República Dominicana, en el norte de la isla, recordaba a Macondo, la ciudad dormida donde Gabriel García Márquez había ubicado su novela Cien años de soledad.
Hoy en día, con sus casas de ladrillos, pequeñas tiendas, su ballet incesante de motores, sus teléfonos móviles omnipresentes, es un hervidero de actividad.
Fernando Capellán, el jefe dominicano del Grupo M, la mayor empresa textil en la isla, es en gran parte responsable de esta metamorfosis. En 2003, ante la competencia asiática y la pérdida de competitividad de las zonas francas del país, trasladó a Haití la mayor parte de su producción de jeans, camisetas y ropa interior de mujeres, exportadas, principalmente, para el mercado de América del Norte. Entre sus veinte clientes, Grupo M tiene marcas como Levis, Calvin Klein, Dockers, Nordstrom y Dillard.
Relaciones históricamente difíciles
Codevi, el parque industrial ubicado junto al río Masacre, que marca la frontera entre los dos países, emplea a 7,000 haitianos, muchos de los cuales son mujeres. Ganan un promedio de 170 dólares (130 euros) al me, una remuneración por encima del salario mínimo en Haití.
La compañía ha creado casi una cuarta parte de los cerca de 30,000 puestos de trabajo en todas las zonas industriales de Haití. “Los empleos indirectos creados por Codevi se valoran a 35,000, más de un tercio de la población de Juana Méndez”, dice Capellán.
Codevi, el parque industrial ubicado junto al río Masacre, que marca la frontera entre los dos países, emplea a 7,000 haitianos, muchos de los cuales son mujeres
Pero el archivo migratorio tiende a registrar nuevas relaciones, históricamente difíciles, entre Haití y la República Dominicana.
Para detener el flujo de haitianos ilegales, Vinicio Castillo, miembro de un pequeño partido de extrema derecha, aliado al gobierno, exigió la construcción de un muro entre ambos países.
“El mejor muro fronterizo es el que construyó Grupo M con la generación de puestos de trabajo en Juana Méndez”, respondió el economista dominicano Jaime Aristy Escuder.
“Eliminar la pobreza”
Para Jean Philippe Prosper, el vicepresidente de la Corporación Financiera Internacional (CFI), Codevi es un ejemplo de éxito de inversión. La Filial del Banco Mundial, CFI, prestó US$16 millones a Codevi desde 2003. En una visita al parque industrial de Juana Méndez con el ministro haitiano de Economía y Finanzas, Marie Carmelle Jean-Marie, Prosper dijo estar dispuesto a conceder un nuevo préstamo de US$10 millones a fin de que Codevi cree más puestos de trabajo.
“Esto se corresponde absolutamente con el objetivo del Banco Mundial, a saber, la erradicación de la extrema pobreza de Haití en 2030”, dijo a Le Monde. “Teniendo en cuenta la disminución de la asistencia oficial para el desarrollo, la CFI puede ayudar a las asociaciones público-privadas para desarrollar proyectos económicos y para recaudar fondos”, dijo Prosper.