Los períodos electorales del 2008 y el 2012 han sido las únicos de los últimos 25 años en que el gasto y el déficit de las finanzas públicas se incrementaron de manera significativa, señaló este martes el economista Pavel Isa Contreras.

Al dar a conocer los hallazgos del análisis “El gasto público en períodos electorales: una aproximación inicial”, en el marco del Primer Foro de Negocios del INTEC, Isa indicó que solo en los pasados comicios presidenciales (2012) la inversión de Estado se expandió notablemente, acrecentándose tanto el gasto total como el déficit.

En el resto de los años electorales, el gasto público “no se comportó de forma particularmente inusual en términos del monto, y el déficit público no alcanzó niveles atípicos”. En contraste, en el 2008 “fue el gasto corriente el que se expandió, no la inversión en apoyo al esfuerzo reeleccionista”, explicó el profesor del Área de Negocios e investigador del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).

Sostuvo que este incremento, estuvo probablemente asociado al fuerte incremento en los precios del petróleo, “que empujó al gobierno a aumentar el subsidio corriente” al sector eléctrico.

Esta evidencia contradice -según Isa Contreras- “la popular idea de que en los años electorales, de forma sistemática, la inversión y el gasto público se expanden de manera extraordinaria”, y terminan desbalanceando el presupuesto público.

Preocupación legítima

No obstante, el estudio presenta “evidencias de que en años de elecciones presidenciales, de forma sistemática, los gobiernos han acelerado el gasto público, en particular la inversión”, durante el primer cuatrimestre del año, justo antes de las elecciones, y luego, en los dos cuatrimestres siguientes, la han contraído.

En contraste, en años no electorales, el gasto y la inversión pública se aceleran a partir de la segunda mitad del año. “Esto sugiere, dijo el catedrático, que aunque no necesariamente terminen desbalanceando las finanzas públicas del año, en años electorales, “los gobiernos manejan con discrecionalidad el ritmo del gasto y de la inversión pública para apuntalar la reelección” del partido gobernante y sus candidatos.

El economista Pavel Isa Contreras, profesor del Intec.

El análisis concluye que –hasta los pasados comicios- no hay “evidencia empírica” que sustente la idea de que, siempre, en años de elecciones presidenciales el gasto y la inversión públicos se desborden. Pero apunta que sí hay evidencia que indica que “el patrón intertemporal del gasto y la inversión pública se alteran” en años de elecciones presidenciales.

“Contrario a otros años, de forma sistemática, la inversión pública se acelera antes del día de las elecciones y se contrae después de las elecciones”, puntualizó Isa Contreras en su análisis, que comprende desde el año 1991 hasta el 2015, período en el que se efectuaron seis elecciones presidenciales.

En este sentido, señala que la evolución del gasto gubernamental en tiempos de elecciones es una preocupación legítima. Esto debido a que “la fragilidad institucional supone un alto grado de vulnerabilidad de las finanzas públicas y fuertes incentivos” para que los recursos estatales sean usados para impulsar los esfuerzos reeleccionistas del partido que ejerce el poder, del Presidente y de otros funcionarios que procuran ser reelectos.