La economía de Estados Unidos también siente los efectos de la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE), con caídas abruptas en Wall Street y preocupación porque la búsqueda de refugio seguro de los inversores presione aún más el dólar al alza y encarezca la exportaciones.
Aunque en menor medida que los mercados europeos, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, registró el viernes un descenso importante del 3,39 %, mientras que el selectivo S&P 500 caía un 3,60 %.
"En respuesta al voto del Reino Unido para salir de la Unión Europea, los mercados de valores de EEUU se han movido más de lo que lo han hecho en respuesta a cualquier elección presidencial en los últimos 60 años", afirmó Justin Wolfers, profesor de economía de la Universidad de Michigan e investigador de la Brookings Institution, en su blog en el diario "The New York Times".
Para Wolfers, esto es una prueba de que la victoria del "brexit", como se conoce a la salida británica de la UE, llevará a "una alteración económica que tendrá ecos al otro lado del Atlántico".
Los inversores, ya inquietos por la reciente volatilidad financiera, se apuraron en salir de los mercados británico y europeo en busca de la seguridad de los activos estadounidenses, especialmente los bonos del Tesoro a 10 años, cuyo rendimiento caía tras el "brexit" al 1,419 %, la tasa más baja desde 2012.
Dólar al alza
Estos movimientos han presionado al dólar al alza, lo que se teme encarezca aún más las exportaciones y reduzca la demanda global de productos estadounidenses.
Por ello, uno de los indicadores que se mostró más sensible fue el dólar, que se apreció un 8 % frente a la libra esterlina al cierre de la jornada del viernes, con 1,3673 dólares.
Durante la jornada, la divisa británica llegó a cotizar a 1,3238 dólares, el nivel más bajo desde 1985.
El canal financiero y el tipo de cambio parecen ser los principales mecanismos ante la incertidumbre acerca de la salida del Reino Unido del bloque europeo.
"La depreciación de la libra esterlina va a continuar, lo que va a generar presiones inflacionarias", advirtió Adam Posen, director del centro de estudios Peterson Institute y exasesor del Banco de Inglaterra, en una conferencia.
Posen señaló que el Banco de Inglaterra "se va a ver dividido entre bajar tipos, algo que normalmente haría para estimular el crecimiento, aunque no tiene mucho espacio monetario ahora mismo, y subirlos para controlar la inflación".
Pero los efectos del "brexit" en Estados Unidos, la primera economía mundial, van más allá del día después, y los mercados ya apuntaban el viernes que la Reserva Federal (Fed) no elevará tipos de interés, como se pronosticaba previamente, en la reunión de septiembre y pospondrá el ajuste monetario al menos hasta finales de año.
En su encuentro del 14 y el 15 de junio, el banco central estadounidense se refirió a las dudas sobre el resultado del referéndum en el Reino Unido como una razón para dejar sin cambios las tasas de interés de referencia, en el actual rango de entre el 0,25 % y el 0,50 %.
En su comparecencia ante el Congreso a comienzos de esta semana, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, insistió en que "un acontecimiento que podría cambiar la confianza de los consumidores" era el referéndum en el Reino Unido.
"Un voto favorable a la salida de la Unión Europea tendría significativas repercusiones económicas", alertó entonces Yellen.
A apenas cuatro calles de la sede de la Fed, también se pronunció la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien señaló un día antes del referéndum que la victoria del "brexit" tendría "algunos efectos" en la economía de Estados Unidos, pero "no causaría una recesión".
El viernes, ya conocido el resultado de la votación, Lagarde urgió a las autoridades británicas y europeas "a colaborar conjuntamente para asegurar una transición suave a una nueva relación económica (…), incluida la clarificación de los procedimientos y objetivos generales que guiarán el proceso".