WASHINGTON, Estados Unidos (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos explicó este martes ante el Congreso que las importaciones de cereales que ahora realiza Cuba "deberían" satisfacerlas los productores estadounidenses y manifestaron su interés en hacerse con ese mercado una vez se consolide el proceso de aperturismo hacia la isla.
En una audiencia celebrada ante el Comité de Agricultura del Senado, el subsecretario de Departamento de Agricultura para Servicios Exteriores, Michael Scuse, explicó a los legisladores que el 80 % de los alimentos de la isla es importado y que en el caso del cereal, es fundamentalmente la Unión Europea quien los provee.
"Los mercados del trigo, el maíz y el arroz deberían ser nuestros", insistió.
Scuse, quien subrayó que el camino hacia el aperturismo y el intercambio fluido de mercancías con Cuba aún es largo, reiteró que EE.UU. no puede desaprovechar las oportunidades comerciales que tiene con La Habana, aunque haya otros muchos países que ya les hayan tomado la delantera.
"EE.UU. tiene potencialmente enormes ventajas estructurales en la exportación a Cuba. El principal de ellos es la ubicación. Estamos a menos de 100 millas de distancia (160 km), lo que significa un menor costo de envío y tiempos de tránsito, especialmente en comparación con los actuales principales competidores, Brasil y Europa", dijo.
"Además, está el hecho de que los 11 millones de consumidores cubanos desean productos alimenticios que Estados Unidos puede proporcionar y la agricultura estadounidense quiere vender a Cuba", añadió el subsecretario, quien detalló que, por ejemplo, La Habana importa de Nueva Zelanda productos que EE.UU. provee.
No obstante, preguntado por los senadores, Scuse aludió a las demandas que existen desde los sectores más conservadores para presionar a Cuba sobre un giro en materia de derechos humanos antes de dar pie a un intercambio más amplio.
"Queremos presionar al Gobierno cubano para que cambie respecto a su postura en materia de derechos humanos", dijo, al explicar que, no obstante, la Administración debe buscar un equilibrio en las negociaciones entre los dos países que ayuden, sobre todo, a los cubanos.
El director en funciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU., John Smith, también ilustró a los senadores sobre la excepcionalidad que tienen que superar las empresas estadounidenses para introducir mercancía en suelo cubano.
"Los exportadores de Estados Unidos siguen encontrando barreras, incluyendo que todos los bienes agrícolas estadounidenses se importan a través de Alimport (Empresa Cubana Importadora de Alimentos), el monopolio estatal cubano", explicó Smith, quien dijo que ningún otro país pasa por dichos procesos.
Asimismo, continuó, los exportadores estadounidenses no pueden ofrecer incentivos financieros por ley, como préstamos por compra, "una limitación" que les coloca en una posición de inferioridad respecto a otros competidores de terceros países.
El presidente estadounidense, Barack Obama, levantó algunas de las sanciones que recaían sobre la isla a la luz del acercamiento entre los dos países anunciado el pasado 17 de diciembre.
No obstante, pese a esos alivios en las exportaciones vinculados a algunos bienes, para el pleno rendimiento del intercambio agrícola entre las dos naciones es necesario que el Congreso trabaje para levantar el embargo comercial que recae sobre La Habana desde hace más de 50 años.