Washington, 2 jun (EFE).- El subsecretario de Comercio Internacional estadounidense, Stefan Selig, invitó hoy a Cuba a abrir su mercado y realizar reformas como parte del proceso de normalización de la relación con EE.UU..
En la apertura de una conferencia sobre el futuro económico de la isla, Selig dijo que, si Cuba abre su economía e inicia las reformas necesarias, se podrá situar al nivel de otros países latinoamericanos como Chile, Colombia y Perú, que han pasado al crecimiento y la modernización económica.
El funcionario estadounidense abrió hoy con su discurso unas jornadas sobre la economía cubana en el centro de estudios Brookings Institute en Washington, que levantaron gran expectación y contaron con la presencia de economistas venidos de Cuba, algo poco habitual.
Los ponentes analizaron la posible evolución de la economía cubana al tiempo que avanza el proceso de restablecimiento de relaciones anunciado el pasado 17 de diciembre por el mandatario estadounidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro.
Selig confió en que, tras el anuncio y los primeros pasos para la reapertura de embajadas entre los dos países y la suavización de sanciones y algunas trabas al comercio con la isla caribeña, "no se pierda el entusiasmo" y se mantenga el ritmo de cambios.
El subsecretario aseguró que la normalización de las relaciones con Cuba inevitablemente significará "reiniciar el reloj de la economía cubana".
El profesor de Economía de la Universidad de la Habana Juan Triana Cordoví explicó que, ya con los primeros pasos hacia la normalización, el turismo cubano ha experimentado un importante crecimiento, con un aumento de las llegadas de norteamericanos en un 20 % en los últimos meses.
Triana señaló que el proceso de levantamiento del embargo impuesto por Estados Unidos contra la isla será "largo y tortuoso", ya que se trata de un entramado de normas y impedimentos que llevaría más de un año eliminar.
En su opinión, Cuba, que ya llevaba abordando reformas antes del 17 de diciembre, está abocada a profundos cambios económicos y políticos. EFE