SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El economista y dirigente del PRM, Eduardo Tejera consideró que el discurso de rendición de cuentas del presidente Danilo Medina lo sitúa como un hombre muy alejado de la realidad dominicana y fuera de contacto con el sentir nacional. Fue un discurso de auto elogio y de presentar la mitad de la cara del país; una República Dominicana idealizada y basada en juegos estadísticos e informaciones parciales acomodadas. Para Tejera el país real está de luto y expresándose con dolor en las calles.

Para el economista del PRM no es verdad que en siete años se ha bajado la pobreza en 1.8 millones de habitantes, de 30.7 % en el 2012 a 20.6 % en 2019. Esa cantidad es un eufemismo y parte de una definición equivocada de la pobreza y la indigencia. El presidente Medina y el PLD confunden adrede la pobreza monetaria, que es cuando personas y familias le entregan asistencia económica mensual, vía los bonos solidaridad, bono gas, bonos incentivos y otros, pero la realidad es que siguen viviendo en una dura miseria, en casas sin luz, sin agua, sin cañadas, sin pisos de cemento y baños y techos aceptables y sin buena alimentación y sin empleos fijos. La asistencia estatal es buena y oportuna, pero es solo un paliativo. Lo que necesita esa parte de la población son trabajos dignos y una forma permanente de vivir.

La definición de pobreza monetaria es un mito y espejismo, producido por la propaganda política y tecnicismos estadísticos acotejados, que chocan con la dura realidad de la pobreza que tiene la nación. Para Tejera los altos niveles de pobreza, indigencia, y desigualdad son inaceptables en una sociedad moderna y democrática, más con el 56 % de la fuerza de trabajo es informal, y el salario mínimo del Gobierno es de RD$ 12,000.00 mensuales, frente al costo de la canasta familiar que llega RD$ 26,000.00.

Tejera expresó también que el presidente en su discurso se atribuyó logros que en verdad son iniciativas y éxitos del sector privado, no del gobierno, como cuando señaló que durante los siete años se han construido 97,000 viviendas de bajo costo, bajo la Ley de Fideicomiso. No es cierto que se han construido esa cantidad, pues serían 14,000 apartamentos por año y eso no ha ocurrido. Esa cifra es irreal.

Por otro lado, primero, la Ley de Fideicomiso es del 2011, promovida por el sector de construcción privada de ACOPROVI y aprobada por el presidente Fernández, no por el gobierno de Medina. Segundo, los proyectos y apartamentos, son construidos por compañías privadas, con sus propios fondos y préstamos, altos riesgos, con sus propios planes de ventas y las unidades son financiadas por la banca y las asociaciones. Debió ser más modesto y darle las gracias al sector privado de promotores y constructores.

El presidente no le habló al país sobre la grave crisis electoral y la suspensión de las elecciones municipales, ni expresó su compromiso con unas elecciones limpias y transparente el 16 de marzo y el 17 de mayo. No se dirigió en nada hacia la gran masa de la juventud que protesta en la Plaza de la Bandera y del repudio ciudadano de los cacerolazos en todo el país, ni sobre la delincuencia, altísima corrupción y el narcotráfico. Fue mudo sobre los grandes problemas nacionales. Tampoco mencionó los motivos del aumento del déficit fiscal del 2019, de 1.7 % del PIB aprobado a 2.3 % del PIB, o RD$ 115,000 millones y del grave problema del endeudamiento externo e interno.