Un total de 217 personalidades del mundo económico y académico instaron a poner término a las políticas de austeridad en España, en un manifiesto en el que suscriben su apoyo y piden el voto para la organización de izquierda Podemos, de cara a las elecciones generales que tendrán lugar este próximo domingo en ese país.
Indicaron que la gestión de la crisis económica ha tenido consecuencias devastadoras en la nación europea, así como en el conjunto de la Eurozona.
A continuación el texto íntegro del manifiesto que ha sido colgado en el website stopausteridad.eu, bajo el título “Poner punto y final a las políticas de austeridad en España para abrir un nuevo tiempo en Europa”:
La gestión de la crisis económica ha tenido consecuencias devastadoras en nuestro país y también en el conjunto de la eurozona. Las políticas de austeridad fiscal y devaluación salarial impuestas durante los últimos años no solo han prolongado innecesariamente la recesión en el continente, sino que además han generado una enorme fractura social, lo que ha incrementado las desigualdades económicas y sociales.
La austeridad fiscal y la devaluación salarial nos han conducido a una década perdida. Hoy la eurozona aún no ha recuperado el nivel de renta per cápita previo a la crisis, y en España dicho indicador sigue siendo un 5% inferior a su nivel de 2007. En nuestro país solo se ha recuperado uno de cada tres empleos perdidos durante la crisis, la precariedad laboral se ha agravado y el 29% de la población vive en riesgo de pobreza o exclusión social.
Nuevos recortes del gasto social y de la inversión pública, como promete el Gobierno del Partido Popular a Bruselas, tendrían un coste económico y social muy elevado. El crecimiento se desaceleraría, con un fuerte impacto sobre la creación de empleo, y agravaría aún más la situación de las personas más afectadas por la crisis.
Es necesario un giro en la política económica: hay que terminar con las políticas de austeridad fiscal y devaluación salarial para propiciar una salida de la crisis que no deje atrás a nadie. Es imprescindible para España y es también una oportunidad de abrir un tiempo nuevo en Europa.
Son muchas las voces que a nivel internacional piden un giro en la política fiscal de la Eurozona. El gobernador del Banco Central Europeo reclama insistentemente a los Gobiernos de los países de la eurozona una política fiscal expansiva, que acompañe a la política monetaria para eludir el riesgo de deflación.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha pedido recientemente flexibilizar los objetivos de reducción de los déficits públicos en la eurozona para desarrollar planes de inversión pública que impulsen la creación de empleo y atiendan las prioridades productivas.
Impulsar verdaderamente la creación de empleo, las inversiones que nuestra economía necesita para modernizar su tejido productivo, así como la reducción de la fractura social, requiere exigir alto y claro a Bruselas una renegociación del ritmo de reducción del déficit público de nuestro país.
Pero, además, la sostenibilidad de estos objetivos en el tiempo requerirá que el próximo Gobierno de nuestro país se comprometa a impulsar una profunda reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que garantice su flexibilidad en función del ciclo económico.
Es posible y necesario revertir los recortes que se han aplicado durante estos años en la sanidad, la educación, la dependencia o la I+D+i, para reiniciar a partir de ahí una senda de convergencia de España con Europa. Solo así los beneficios del crecimiento económico alcanzarán al conjunto de la población y se reducirán las desigualdades.
Además, debe garantizarse que el empleo que se cree sea estable y de calidad. Es importante para ello derogar las últimas reformas laborales, pero no para volver atrás, sino para alumbrar un nuevo marco de relaciones laborales más democrático y equilibrado que garantice salarios decentes y que desincentive y persiga el uso fraudulento de la temporalidad en la contratación.
La igualdad entre hombres y mujeres, especialmente en el mercado de trabajo, también es una condición indispensable para mejorar nuestra democracia y nuestro bienestar.
En todo caso, una nueva agenda económica para nuestro país y para la eurozona no puede obviar los enormes desafíos que tenemos presentes en el terreno medioambiental. Hacer compatibles crecimiento, creación de empleo y sostenibilidad exigirá poner los programas de inversión pública al servicio del necesario proceso de descarbonización de nuestro tejido industrial y de una transición energética basada en la eficiencia, la rehabilitación inmobiliaria y el uso de las energías renovables, con lo que se asegurará una alternativa ocupacional digna a quienes hoy trabajan en los sectores afectados.
Por otro lado, denunciamos los tratados denominados de libre comercio e inversiones, como el TTIP, el CETA y el TISA, que se negocian a espaldas de la ciudadanía y que suponen una seria amenaza a la soberanía de los pueblos y al medio ambiente al anteponer los intereses de las grandes compañías transnacionales a los derechos laborales, los controles sanitarios y ecológicos y a las legislaciones democráticas de los distintos países.
Europa cambia cuando cambian sus sociedades y sus Gobiernos. Por eso pensamos que un cambio de Gobierno en España es un primer paso, fundamental, para iniciar el cambio en la eurozona. El cambio de política económica que necesita España es el mismo que necesita Europa y viceversa.
Por todo ello, apoyamos públicamente la candidatura electoral de Unidos Podemos para las próximas elecciones generales que tendrán lugar en España el 26 de junio. Pensamos que su programa económico es capaz de conjugar con solvencia y rigor los desafíos del presente y los retos del futuro. Consideramos que dicho programa servirá para poner punto final a las políticas de austeridad en España y, con ello, servirá también para abrir un nuevo tiempo en Europa.