SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El economista Eduardo Tejera señaló que el país debe prepararse frente a las grandes incertidumbres de la prolongación de la recesión norteamericana y la crisis de la deuda externa de varios países europeos.

Tejera consideró que el Gobierno y la política económica no se están preparando para un nuevo violento choque externo. Consideró que el país no está en una crisis y no hay que alarmarse, pero si hay que cambiar la política económica y frenar el endeudamiento externo.

Recomendó detener el endeudamiento externo para financiar el Presupuesto. Expresó que debemos vernos en el espejo de la crisis de Europa.

Tejera resaltó que después de financiar desde el 2009 el déficit fiscal con deudas externas de bonos soberanos y bonos y préstamos internos, la capacidad de maniobra de la política fiscal y monetaria es muy limitada o casi nula.

“Llevamos tres años financiando el déficit fiscal con más endeudamientos, para mantener el crecimiento. Pero esta política no puede mantenerse más tiempo. Estamos al borde del uso de más deuda externa”, dijo.

Resaltó que el Presupuesto Nacional, está muy comprometido con pagos al servicio de la deuda pública, pagos al Banco Central, los subsidios a la CDEEE y gastos corriente fijos muy altos. El año económico de 2012 será muy difícil, agravado con el proceso electoral que se avecina.

Para Tejera es indispensable cumplir con el FMI y llegar a un acuerdo con las dos revisiones pendientes. Recomendó también que se renueve el Acuerdo de Stand-by por un año más, a su vencimiento en marzo del 2012, para mandar una señal de prudencia y metas limitadas a los inversionistas y crear confianza.

“Sería riesgoso ir a elecciones sin ningún Acuerdo con el FMI, pues el Gobierno tendría libertad para mal utilizar y excederse en el gasto público, como siempre ha sucedido”, declaró Eduardo Tejera.

Consideró que hay que cambiar la forma y orientación de la política económica, el llamado modelo, pues hay que darle prioridad al sector privado mediante estímulos y mejores créditos a la industria, la agropecuaria, las exportaciones y la construcción. El Presupuesto del Gobierno no debe ser ambicioso, y el crecimiento de debe basar en las inversiones privadas. Igualmente, hay que dedicar más recursos a la educación y la salud, que se han quedado postergas.