SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La economía dominicana registró un crecimiento acumulado del producto interno bruto (PIB) de – 8.5 % en términos reales durante el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2019, influenciado por la significativa contracción de la actividad económica durante el mes de abril de -29.8% (debido a las restricciones de confinamiento para controlar el COVID-19), pese a los efectos de la reactivación gradual de la economía en los meses de mayo y junio.
La información fue dada a conocer este miércoles por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a través de un informe sobre el Panorama macroeconómico 2020-2024 dominicano, influenciado irrupción de la pandemia del COVID-19 a inicios de este año.
El documento, basado en cifras preliminares del Banco Central (BCRD), señala que en la primera mitad del año los sectores con mayores contracciones fueron Hoteles, bares y restaurantes (-43.3%), Construcción (-19.5%), Minería (-15.6%), Otros Servicios (-12.1%), Transporte y Almacenamiento (-10.8%). Mientras que algunos continuaron con la tendencia positiva del primer trimestre: Salud (12.0%), Servicios Financieros (10.9%), Actividades Inmobiliarias (4.8%), Agropecuario (4.5%), Comunicaciones (2.9%), entre otros.
Agrega que el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del mes de junio presentó una caída interanual de 7.1%, recuperación de 22.8 p.p. respecto al dato de abril.
“Respecto a la evolución general de los precios, se evidencia que la misma también ha estado condicionada significativamente por los efectos externos e internos derivados de la pandemia, ya que en lo que va de año no solo se han registrado los valores más bajos en las variaciones mensuales de precios sino también los más altos en 11 años (-0.82 % en abril y 1.88 % en julio), tras la crisis financiera internacional de 2008-2009, cuando se registró el desplome abrupto en los precios internacionales del petróleo (entre noviembre 2008 y enero 2009) y la paulatina recuperación de los mismos hacia mediados de junio 2009”.
Destaca que la inflación acumulada de los siete primeros meses del año se ubicó en 2.32 %, mientras que la inflación interanual para el mes de julio fue de 4.35 %, mayor en 3.36 p.p. al valor mínimo alcanzado en el mes de mayo (0.99 % interanual), resultado de la recuperación de los precios internacionales del petróleo iniciada en mayo y que se mantiene hasta la fecha, los cuales se reflejan en los precios internos de los combustibles y por ende en el incremento del índice del grupo de Transporte (4.98 % interanual) que junto a los aumentos interanuales de los índices de Alimentos y bebidas no alcohólicas (6.04 %) y Vivienda (4.34 %) explican el 69.4 % de la inflación interanual de julio.
En ese orden, establece que la inflación subyacente, la cual excluye del IPC general algunos bienes agropecuarios con precios volátiles, bebidas alcohólicas, tabaco, combustibles y algunos servicios administrados (como energía y transporte), se ubicó en julio en 4.14 % interanual, 1.89 p.p. mayor que la tasa de diciembre 2019, con lo cual se mantiene por tercer mes consecutivo dentro del rango meta (4±1 %), después de 64 meses seguidos por debajo del umbral inferior. En cuanto a los tipos de bienes, la variación interanual de los transables fue de 4.37 % en julio, mientras que la de los no transables fue de 4.33 %.
En este sentido, destaca el cambio de sentido en los productos transables, los cuales registraron una disminución de 2.34 % en el cuatrimestre enero-abril, en medio del complejo panorama externo, y desde entonces se han incrementado en 4.49 % en apenas 3 meses; con relación a los productos no transables, el aumento fue de un 3.05 % entre junio y julio.