MEXICO-. La respuesta de los gobiernos en apoyo fiscal por más de 12 billones de dólares para responder a la crisis del COVID-19 permite perspectivas para la economía mundial ligeramente mejores en la segunda mitad del año, respecto a lo previsto en junio, adelantó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero advirtió que hay bastante incertidumbre y prevalecen riesgos como el alto endeudamiento público y el crecimiento de la desigualdad.
Al señalar que “la calamidad está lejos de terminar”, la funcionaria del FMI señaló que así como una vacuna podría acelerar el crecimiento, una segunda ola de brotes de contagio podría retrasarlo.
“Ahora estimamos que la evolución en el segundo y tercer trimestre sea algo mejor de lo esperado, lo que obtendrá una pequeña revisión al alza de nuestra previsión global para 2020. Y seguimos proyectando una recuperación parcial y desigual en 2021. Esto se verá en nuestra previsión actualizada que presentaremos la próxima semana”, dijo a la víspera de las reuniones de Otoño el FMI y el Banco Mundial del 12 al 16 de octubre.
Para enfrentar el ascenso, que “para todos los países será largo y difícil, así como desigual e incierto”, hay cuatro prioridades inmediatas: defender la salud de las personas; evitar el retiro prematuro de las políticas de apoyos a hogares, empresas y trabajadores; implementar una política fiscal flexible para afianzar la recuperación hacia el futuro y lidiar con la deuda, especialmente en países de bajos ingresos.
Reconoció que en algunos casos será necesaria la coordinación global para reestructurar la deuda soberana, con plena participación de los acreedores públicos y privados, además de resaltar el apoyo del FMI que ha alcanzado más de 280 mil millones de dólares en compromisos crediticios.
“Todos estamos unidos por una sola cuerda y somos tan fuertes como los escaladores más débiles. Necesitarán ayuda para subir”, dijo en su discurso en el marco de la celebración del 125 aniversario de la London School of Economics.