SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Vecinos y propietarios de comercios cercanos a las calles Las Mercedes y Arzobispo Meriño, de la Ciudad Colonial, se manifestaron indignados por el cierre de esta intersección dispuesto por las autoridades tras el derrumbe del Hotel Francés, la noche del pasado sábado.
Tan pronto notaron la presencia de los medios, varios residentes del lugar se acercaron para exponer las dificultades y limitaciones que, aseguran, vienen padeciendo tanto por este hecho como debido a los trabajos de remodelación de la zona que emprendió hace casi dos años el Ministerio de Turismo (Mitur).
El colapso de la centenaria edificación colonial se produjo luego de que su administración desalojara la instalación el pasado jueves, precisamente temiendo que se viniera abajo, presumiblemente a causa de las perforaciones que se ejecutan en la vía como parte del proyecto.
Oscar Contreras, quien lleva 26 años en la zona, afirmó que el cierre de la intersección acaba de darle el golpe de gracia a su negocio de venta de cigarros y artesanías (Taíno Cigar Shop), cuyas ventas estaban ya en el suelo a raíz de la iniciativa del Mitur.
“La intervención de la Ciudad Colonial ha sido un fiasco, un desastre, y ahora después del colapso del hotel lo quieren tapar todo, le quitan al visibilidad a uno; me tienen el negocio bloqueado, y la mercancía que tengo es perecederas, se daña con el calor”.
Agregó que “todos los comerciantes de por aquí estamos en la misma situación, algunos tendrán miedo a decirlo, pero las ventas están prácticamente paralizadas, y la gente de Turismo no ha cumplido con ninguna de las tres fechas de terminación que han puesto”.
Tanto Contreras como los demás lugareños entrevistados por este medio censuraron que ninguna autoridad del Mitur o del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) les haya comunicado u ofrecido explicación alguna sobre el cierre del entorno del Hotel Francés.
Una queja similar expresaron Hugo Huggins, dueño de un taller de herrería ubicado en Las Mercedes, y Lourdes Martínez, que tiene 40 viviendo en Las Mercedes, donde tiene un pequeño puesto de venta de empanadas. “Esto nos está afectando en todas las formas. Yo, por ejemplo, tengo ese negocito que de ahí es que nosotros comemos; tengo 81 años y estoy trabajando todavía, yo no soy una carga para el Gobierno, por favor que venga alguna autoridad”, dijo doña Lourdes al periódico Acento.
Para la mañana de este martes el Ministerio de Turismo había convocado una rueda de prensa en el Hostal Nicolás de Ovando, pero la actividad fue pospuesta para este miércoles a última hora, sin ofrecer mayores explicaciones.
Un año y nueve meses de espera
Al lugar también se apersonaron representantes del Movimiento Jóvenes Unidos por la Zona Colonial y del Movimiento Comunitario Colonial, quienes deploraron el deterioro de los servicios públicos que según estas entidades ha experimentado el sector a raíz de la jornada de remodelación, que arrancó oficialmente en agosto del 2013.
Aneudis Checho afirmó que los trabajos les afectan “en el tránsito, la salud por el polvo, también la inseguridad, la electricidad porque nos tumban los postes de luz a cada momento, el servicio de cable, en todo”.
“Aquí el agua sale de las llaves con color y olor a heces fecales, uno cuando se baña en la mañana es con un agua con olor a heces fecales; se puede ver en las calles, en la Sánchez, en la Sántomé, en la (Arzobispo) Nouel, en todas las tuberías que hay rotas. No aguantamos más”, añadió Nazaret Mejía.
Advirtieron que como consecuencia de las perforaciones peligran varias estructuras centenarias que no son resistentes a este tipo de intervenciones y a las maquinarias que se están utilizando.
De acuerdo con la arquitecta Maribel Villalona, funcionaria del Mitur y coordinadora del proyecto, los trabajos de la Ciudad Colonial están avanzados en un 85% y culminarían en el segundo trimestre del año.
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