Washington (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas del G20 se reúnen este viernes en Washington en medio de una recuperación económica desigual y con temas como el desempleo, las devaluaciones competitivas de divisas, la deuda y las laxas políticas monetarias en la agenda de trabajo.
El encuentro llega en "un momento crítico", en palabras de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, anfitriona junto con su homólogo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, de la asamblea conjunta de primavera de ambas instituciones esta semana en la capital estadounidense.
La economía global ha ahuyentado dos de los grandes fantasmas que acechaban hace un año: el riesgo de fragmentación de la zona euro y un cataclismo fiscal en EE.UU. pero avanza a velocidades desiguales, una situación calificada de "peligrosa" por el Fondo.
Lagarde insistió hoy en que una recuperación a tres velocidades, con los emergentes a la cabeza, EE.UU. en un distante segundo lugar y Japón y la zona euro en el vagón de fondo no es ni saludable ni suficiente.
A eso se suman los riesgos de algunas políticas que ayudaron a la recuperación como las laxas políticas monetarias de la Reserva Federal (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ).
En Estados Unidos, por ejemplo, los tipos de interés históricamente bajos han llevado a los fondos de pensiones y aseguradoras a asumir mayores riesgos.
Además, esas laxas condiciones monetarias se están contagiando a los emergentes, advirtió el jueves el director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI, José Viñals.
"Las empresas del mundo emergente están solicitando dinero prestado a niveles récord en los mercados internacionales, lo que las expone a riesgos en los mercados de divisas y a un mayor endeudamiento", advirtió Viñals, quien concluyó que nos hemos adentrado "en territorio desconocido".
La promesa hecha este mes por el Banco de Japón de inyectar 1,4 billones de dólares durante los próximos dos años en su economía para superar el estancamiento que dura ya décadas y que provocó una fuerte caída del yen se ha sumado a la lista de preocupaciones, al aumentar el temor a una nueva guerra de divisas.
"Es imprescindible que todos los países del G20 cumplan sus recientes compromisos de no utilizar los tipos de cambio con motivos competitivos", dijo el miércoles el secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, para quien el tema de las divisas será prioritario en la reunión de mañana.
El Tesoro indicó la semana pasada en su informe semestral sobre tipos de cambio que el yuan chino sigue "significativamente infravalorado" y advirtió a Japón y Corea del Sur que no intenten ganar ventaja con devaluaciones competitivas.
Rusia, presidente del turno del G20, ha insistido también en que los países deben mantener la promesa de no intervencionismo en los mercados cambiarios hecha durante la reunión del G20 en febrero.
Está previsto que la delegación rusa insista también durante la reunión en el plan para reducir la deuda de las 20 mayores economías mundiales, que se espera se concrete a lo largo de este año.
"El enfoque será flexible y puede que lo más importante que va a ocurrir es una clara división entre los objetivos a corto y medio plazo" sobre la reducción de la deuda, adelantó el miércoles en Washington el viceministro de Finanzas ruso, Sergei Storchak.
"Para nosotros es muy importante el que exista este entendimiento de que los niveles de deuda tienen que ser sostenibles (…) y sostenible puede implicar números distintos en los diferentes países", precisó Storchak.
Se espera que las políticas para alentar la creación de empleo, una de las prioridades de la presidencia del G20, sean también mañana objeto de discusión durante la reunión de los titulares de Economía y Finanzas mundiales.
La titular del FMI lamentó, en ese sentido, durante una rueda de prensa este jueves que la actual recuperación en marcha no sea lo suficientemente robusta para crear suficientes puestos de trabajo, "lo que en última instancia interesa más a la gente".
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G7 (EE.UU., Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia. EFE