La tasa de crecimiento de los países desarrollados viene reduciéndose desde hace treinta años, sostiene el economista José Luis De Ramón, Socio Director de Deloitte República Dominicana.
En sus comentarios al Gráfico de la Semana de Deloitte, De Ramón expone:
Para observar las tendencias de crecimiento del mundo desarrollado, eliminando la distorsión que presentan los ciclos económicos, hemos construido el gráfico que indica, para cada año, el promedio de crecimiento de los diez años anteriores.
Como se puede apreciar en el gráfico, la tasa de crecimiento ha pasado de aproximadamente un 2.8% anual en los años noventa a un 1.3% en la actualidad.
El FMI estima que estas economías seguirán desacelerándose en la próxima década.
Hay tres factores que hacen que la economía crezca:
- El capital (la inversión);
- El número de personas produciendo;
- La productividad (cuánto producto puede extraer cada persona a esta inversión en función de la tecnología disponible).
La reducción en la tasa de crecimiento en las economías desarrolladas está asociada a la disminución del número de empleados, a consecuencia del envejecimiento de la población. Las personas que salen de la fuerza de trabajo por edad son más que las que se incorporan.
No ha habido disminución en la inversión, y la tecnología sigue haciendo más productivas a las personas, aunque el aumento de la productividad proviene mucho más del capital que del trabajo.
Es notorio el grado de insatisfacción de las personas en las economías de los países más ricos, aun cuando disponen de ingresos cada vez mayores.
El Brexit, la popularidad de los partidos no tradicionales en Europa y la retórica electoral de los Estados Unidos bien pudieran ser una manifestación política de un fenómeno económico. Y aunque no es el único factor, la caída de la tasa de crecimiento juega un rol importante.