SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Entre marzo del 2007 y marzo del 2014, al cumplirse siete años de su ingreso al DR-CAFTA, República Dominicana había exportado a Estados Unidos US$28 mil 416 millones, e importado de ese mismo mercado bienes y servicios valorados en US$46 mil 820 millones.

Según el economista y catedrático Luis Vargas, ese saldo negativo de US$18 mil 404 millones, acumulado en el intercambio con el mayor destino de las exportaciones en el marco del DR-CAFTA (Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica), evidencia la “baja competitividad” de las industrias y el sector agropecuario local.

“La tendencia deficitaria del comercio de bienes de RD con Estados Unidos confirma la deficiente capacidad productiva y baja competitividad empresarial de las plantas industriales y plantaciones agrarias nacionales”, plantea el coordinador de la carrera de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).

Señala que en el último año, entre abril de 2013 y marzo de 2014, con relación al mismo período anterior “el déficit comercial de bienes declinó 11.86%, en razón de la bajada de las importaciones en mayor monto que la de las exportaciones”; es decir, de US$374,42 millones con respecto a US$20,24 millones.

El “constante exceso del valor de las importaciones frente a las exportaciones” radica, según Vargas, en la producción “de bienes mercantiles y acumulación de capitales basada en la obtención de altas tasas de rentabilidad, a partir del uso de equipos y maquinarias de bajo nivel tecnológico, y empleo de mano de obra a bajísimo" costo.

Otros factores que enumera son la ejecución de políticas monetarias, comerciales y financieras “favorables al abaratamiento de los bienes importados en el mercado interior y encarecimiento de los bienes domésticos en los mercados tanto externos como internos”.

“Desde el 2005, la apreciación del tipo de cambio frente al dólar ha presionado hacia arriba el desequilibrio comercial con Estados Unidos, como se observa en el salto de US$115 millones en 2005, a US$2 mil 940 millones en 2013, toda vez que hubo un superávit de US$169 millones en 2004, gracias en gran medida a la instrumentación de devaluación de la moneda nacional”, indica Vargas en un artículo que publica la revista “Intec hacia el futuro”.

Alternativas ante la brecha “colosal”

El académico apunta que la apertura comercial, sobre todo a raíz del DR-CAFTA,  ha generado “una colosal brecha deficitaria de 69.12% (entre las exportaciones e importaciones), comprobable en el salto de US$155,60 millones mensuales en 2007, a US$263,15 millones” en el último año.

Refiere que ante el déficit comercial con Estados Unidos y los demás mercados, “no hay otra alternativa de solución que no sea la reconversión productiva, tecnológica y gerencial de las empresas agrarias, industriales y de servicios”, y la intervención del Estado.

Con relación al apoyo estatal, sugiere que debe orientarse a “la gestión dineraria, la financiación a grane escala y largo plazo, la renegociación de pactos comerciales, la calificación de la mano de obra y la recodificación legal de las finanzas públicas y las relaciones” entre patronos y trabajadores.

Vargas propone “acciones programáticas” concretas, como la “devaluación razonable” del peso frente al dólar y al euro; la multiplicación del crédito orientado a la expansión de las actividades productivas, industriales y agrarias, “incluyendo la creación de un banco de desarrollo de empresas” con miras a los mercados externo e interno.

Plantea también una renegociación de los acuerdos de comercio e inversión, “en especial del DR-CAFTA, y la consecuente reestructuración de las instituciones públicas”, mayores niveles salariales, así como introducir reformas a las legislaciones de fiscalidad y seguridad social.