SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al cabo de nueve años de la firma de Petrocaribe, el intercambio masivo de bienes agrícolas por crudo venezolano no ha pasado de ser una meta estratégica más del Estado, no obstante los recurrentes anuncios oficiales y la deuda acumulada por las importaciones petroleras.
De cara a ese comercio “solidario” que promueve el acuerdo, el Gobierno dominicano apostó desde un principio a la producción de alimentos de amplio consumo en la nación sudamericana, como las habichuelas negras, más conocidas en aquel mercado como “caraotas”.
Pero pese a los múltiples planes y al continuo interés de los productores criollos en participar de ese intercambio, hasta la fecha no han cuajado los intentos de saldar buena parte de la factura petrolera mediante la exportación de la leguminosa y otros cultivos. ¿Por qué?
Osmar Benítez, vicepresidente de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), lo atribuye tanto a debilidades propias de la producción local, como a la falta de acciones concretas por parte de las autoridades.
“En el caso de Venezuela, esta institución (la JAD) tiene más de veinte años hablando de habichuelas negras. Pero hay una debilidad que debemos reconocer: República Dominicana no es competitiva en habichuelas negras para el mercado venezolano, porque nuestros costos de producción son mucho más elevados que los de Chile; o de China, que puede meter habichuelas a mitad del precio nuestro”, dijo el ejecutivo de la JAD.
Indicó, no obstante, que una cláusula del convenio “abre un espacio”, que habría que negociar de Gobierno a Gobierno, para colocar la leguminosa en Venezuela mediante un mecanismo de compras preferenciales que privilegia a naciones pobres en vías de desarrollo, como lo es República Dominicana.
“El capítulo 4 de Petrocaribe establece que si podemos demostrar que un producto es dominado por multinacionales, el Gobierno de Venezuela puede comprarlo, aún por un precio por encima del mercado mundial (…) lo pueden hacer porque lo permite el acuerdo”, explicó el asesor del Poder Ejecutivo en materia agropecuaria.
Aseguró que RD puede capitalizar a su favor esa parte del acuerdo. “Pero nosotros con el tema de la habichuela hemos hablado mucho y hemos hecho poco… ya es tiempo de hacer mucho y dejar de hablar”, reiteró Benítez en declaraciones al periódico Acento.
En el período enero-agosto del 2014, en el país se produjeron 247,761 quintales de habichuela negra, la mayor parte en la región suroeste. Al término del 2013, la superficie sembrada de la leguminosa totalizaba 328,615 tareas, según los datos del Ministerio de Agricultura.
Un “racimo” de alternativas e intentos fallidos
“Con Venezuela tenemos una miríada de posibilidades; podemos también mandarles pollo, huevos fértiles, bananos, plátanos (…) este país puede producir 35 millones de pollos mensuales y está produciendo 15 (millones)… debiéramos estar produciendo 35, y esos 20 millones (restantes) vendérselos a Venezuela”, apuntó Benítez.
Otros rubros agrícolas en los que -según las autoridades- Venezuela ha mostrado interés son: la yuca, batata, ajíes, berenjenas, molondrones, entre otros vegetales.
En el año 2006, durante la gestión del hoy senador Amílcar Romero, el Ministerio de Agricultura reveló que estaba evaluando alrededor de 300 mil tareas, adscritas en su mayoría al Instituto Agrario Dominicano (IAD) y al Consejo Estatal del Azúcar (CEA), a fin de incorporarlas al cultivo masivo de leguminosas y otros rubros a intercambiarse en el marco de Petrocaribe.
En enero del 2013, el entonces ministro de Agricultura, Luis Ramón Rodríguez, anunció que el país se aprestaba a producir más de 10 mil toneladas de habichuelas negras en San Juan de la Maguana, para lo cual se habrían importado hasta 1,200 quintales de semillas desde los Estados Unidos.
El acuerdo, que permite al país importar crudo venezolano en condiciones blandas de financiamiento y con plazos de hasta 25 años para pagar, ha posibilitado un ahorro anual de hasta US$700 millones en la factura petrolera, indicó recientemente el Ministerio de Industria y Comercio.
De acuerdo con el economista Jaime Aristy Escuder, a julio del 2014 la deuda pública por concepto del convenio bilateral ascendía a 4,039 millones de dólares.
El Acuerdo de Cooperación Energética Petrocaribe fue formalizado el 29 de junio del 2005 –bajo la administración de Leonel Fernández (2004-2008)-, con el concurso de 14 países del Caribe, en el marco del Primer Encuentro Energético de Jefes de Estado y de Gobierno del Caribe que se celebró en Puerto La Cruz, Venezuela, a iniciativa del extinto gobernante Hugo Chávez.