Algo que se percibe de inmediato en el “nuevo” presidente de Asonahores es que se conversa con alguien que tiene muy claras sus metas y definida la agenda propositiva de un sector que, en palabras de Danilo Medina, sirve de “locomotora” a la economía dominicana.
Ampliar tanto la promoción como la cobertura logística en Estados Unidos, y sacarle provecho al potencial de Santo Domingo como destino cultural y de grandes eventos, son pasos al frente que Simón Suárez –electo en septiembre para el bienio 2014-2016– considera inaplazables para crecer y apuntalar el liderazgo regional del país.
Suárez, actual vicepresidente de Relaciones Institucionales y Proyectos Especiales del Grupo Punta Cana, fue durante siete años jefe de Desarrollo de la cadena Hilton para proyectos hoteleros en Centroamérica y el Caribe, y antes se desempeñó como vice presidente ejecutivo de Coral Hotels and Resorts.
Ha sido presidente de la compañía de inversión Unión Hotelera Dominicana; de la empresa Occidental Hotels y de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA), además de asesor y directivo de variados proyectos e instituciones sectoriales.
De cara al año que inicia dentro de pocos días, el presidente de Asonahores se manifiesta más que optimista. “Debemos aspirar a una tasa de crecimiento del 13% al 15% para el 2015”, expresó al periódico Acento este experimentado ejecutivo hotelero, con cuatro décadas de vuelo, arena, sol y playa en la industria sin chimeneas.
¿Cómo le ha ido al sector en el 2014?
El balance del año para la República Dominicana es muy positivo, en el sentido de que hemos retomado el crecimiento de dos dígitos en la llegada de turistas. Desde el 2007, cuando comenzó la recesión, entramos en un período de un crecimiento muy lento en las llegadas. Creo que el 2014 es el año de inflexión en el ciclo de expansión del sector turístico; ya dejamos de estar en una estabilidad en la parte más baja del crecimiento, en realidad nunca decrecimos, pero estábamos creciendo muy lentamente y este año estamos ya en dos dígitos. Tenemos que esperar los números de diciembre, pero creemos que vamos a estar alrededor de un 10%, 10.5%, probablemente estemos muy cerca de los cinco millones de llegadas.
¿Cuáles mercados emisores crecieron más? ¿Hubo sorpresas?
En realidad no ha habido sorpresas. Lo que sí ha habido es una consolidación de mercados muy robustos. El norteamericano está creciendo un 12%, 13%; el mercado francés, en Europa; el mercado ruso promete, y luego el argentino en Sudamérica también es un mercado interesante. Pero, en general, todos han ido creciendo.
¿Y el turismo doméstico o interno?
Hay pocas estadísticas del turismo interno, pero sí hay indicios de que hay una revitalización, al igual que en el internacional. Evidencia de eso es el crecimiento, por ejemplo, de la actividad del turismo agrícola, del ecoturismo; ya hemos pasado de hoteles que se contaban quizás con una mano, tenemos más de una docena de hoteles de ecoturismo, los últimos en Las Manaclas, de San José de las Matas, o en diferentes partes de los Haitises, en Barahona y toda la cuenca del Suroeste. Así que la actividad turística interna no solo se está expandiendo, sino que la calidad está mejorando y variando el tipo de producto. El turismo local es muy importante porque es la manera en que regiones que no han sido destinos internacionales tradicionales fortalezcan su oferta, y eso les abrirá el camino para atraer turismo internacional, que es de otro tipo.
¿Cuáles perspectivas o proyecciones augura el 2015?
Estoy muy optimista. Creo que más que mantener la tasa de crecimiento que vamos a tener en el 2014, debemos aspirar a un crecimiento de entre 13% y 15%. La temporada alta comenzó temprano, ese es un gran indicio de que va a ser una buena temporada; la Semana Santa además no es muy temprana en el año, con lo cual se extiende más la temporada alta, las reservaciones están por encima en prácticamente todos los meses con respecto a los meses correspondientes del año pasado, así que creo que podemos esperar un muy buen año.
¿Hay nuevas inversiones o proyectos en camino?
Lo que sí estoy viendo, aunque no haya habido anuncios oficiales, por el flujo de expresiones de interés, de presentación de proyectos, lo que veo es que así como habido un resurgimiento del crecimiento en la llegada turistas, va a haber un resurgimiento del crecimiento en la llegada de inversiones extranjeras en el turismo. Nosotros, que nos acostumbramos a que crecíamos tres, cuatro, cinco mil habitaciones al año, podemos esperar ver ese proceso recuperarse de nuevo en los próximos años.
¿Qué le falta a Santo Domingo para posicionarse finalmente como destino?
Creo que la demanda en la ciudad de Santo Domingo está muy por delante de nuestras acciones, en el sentido de que la ocupación de la ciudad fue la ocupación regional que más creció en el 2014, con aproximadamente un 12.5%, sin contar noviembre y diciembre. Por eso digo que como industria estamos a la zaga en Santo Domingo, porque estamos teniendo una expansión de los niveles de ocupación, se están haciendo una serie de inversiones en nuevos hoteles, se están haciendo inversiones importantísimas en renovación de la planta física de los hoteles existentes, y entonces los dos elementos que constituirían pilares para el desarrollo sostenido de la actividad turística en la ciudad de Santo Domingo, pues no terminamos de terminarlos.
Se refiere al Centro de Convenciones y la Ciudad Colonial…
Uno es la remodelación de la Zona Colonial, que está retrasada; se está trabajando muchísimo y se está trabajando muy bien, o sea, todo lo que está terminado de la remodelación, todo el mundo queda fascinado, el problema es que el tiempo que se está tomando está quebrando negocios en la Zona Colonial. Entonces, estamos ganando en infraestructura, pero estamos perdiendo en oferta turística en la Zona. Esa parte tenemos que acelerarla al máximo. Lo otro es la oportunidad de consolidar a Santo Domingo como una ciudad de exhibiciones y convenciones, y para eso lo que necesitamos es un Centro de Exhibiciones y Convenciones. Fíjese que pongo la palabra “exhibiciones” de primero, porque no es necesariamente salones de reuniones. Necesitamos recintos donde, para comenzar, la Feria del Libro se celebre en un recinto especializado para eso, y no en los patios de unos jardines, que queda muy bonito, pero son muy ineficientes e inapropiados como turismo o actividad económica, como negocio. Y menciono la Feria del Libro porque es el gran evento que montamos en Santo Domingo, pero si tuviéramos un Centro de Exhibiciones y Convenciones estaríamos en condiciones de atraer eventos como ése internacionales, de dos, tres mil participantes, y de toda la gama de la actividad económica.
¿Y el estudio de factibilidad que encargó el Ministerio de Turismo?
Si, ese estudio se está actualizando. El asunto es que, en adición al estudio de factibilidad tenemos ya que tomar la decisión gubernamental de empujar el proyecto. La actualización del estudio ha tenido todo el 2014 que se está haciendo y entiendo que probablemente se termine en febrero o marzo del año que viene. Pero si le ponemos presión a ese proceso, probablemente un estudio de factibilidad se hace en 90 días y no en 390 días.
Hablamos de una inversión importante ¿Está el sector privado dispuesto a involucrarse o aportar dinero?
Eso es planteable, y de hecho hay interés de miembros del sector privado que se beneficiarían con un Centro de esa índole. Por ejemplo, las empresas de telecomunicaciones serían beneficiarios directos de un Centro de Convenciones y Exhibiciones. Bueno, comencemos un diálogo con ellos, comencemos un diálogo con los hoteles de Santo Domingo. Todos ellos están muy conscientes de que no es suficiente con lo que tienen en su planta física; bueno, pues hablemos de cómo unir las capacidades del sector privado y el sector público en una inversión que ha demostrado que, per sé, no es rentable, o tiene una rentabilidad muy limitada. Pero, sin embargo, para la comunidad es altamente rentable. ¿Por qué? Porque redundaría en una mayor ocupación, pero además en un gran beneficio para la Alcaldía, los taxistas, las tiendas, todo lo demás que beneficia o que toca la inversión turística.
¿Cuál debe ser la estrategia en el mercado de Estados Unidos, sobre todo a raíz de la apertura con Cuba?
La estrategia actual es la de ir sacando de cada mercado emisor lo que puede dar. Es más, debemos de dejar de pensar en el mercado “americano”, y comenzar a pensar en el mercado Noreste de los Estados Unidos, el mercado Suroeste de los Estados Unidos, el mercado Sur Central, porque así es que los mercadólogos en Estados Unidos manejan sus productos, o sea, lo que se vende en Boston no es lo mismo que se vende en Arizona. Entonces, a ese nivel de sofisticación tenemos que llevarlo nosotros al manejo del mercado norteamericano, que lo estamos haciendo. Lo que estamos haciendo en el corredor Nueva York-Boston, no es lo mismo que hacemos en Atlanta, y ya son puntos de conexión que tenemos permanentemente. O sea, Charlotte (Carolina del Norte) es un mercado del centro sureño de los Estados Unidos que lo tenemos ahí y verdaderamente todavía no lo tenemos totalmente penetrado, y sin embargo tenemos vuelos diarios. Todo lo que estamos hablando gira en torno a varias cosas. Primero, cumplimiento estricto de los compromisos de inversión en promoción que ya existen; o sea, cero atrasos con las agencias, los compromisos hay que cumplirlos, y entiendo que hay atrasos. Eso es inaceptable.
¿Hay atrasos significativos? ¿Qué tanto afecta eso al sector?
El problema es el siguiente: fuera del mercado dominicano, 30 días es un atraso. O sea, el día que venza el plazo, ese día usted paga, y punto. Significativo ya es el día después de la fecha de vencimiento, entonces tenemos que ser conscientes, si vamos a competir en ese mundo. En los servicios de promoción turística no hay crédito, uno no debe asumir que hay un crédito de 30 días, de 90 días. Eso afecta, porque ellos manejan nuestra imagen. Si nosotros ponemos en peligro frente a ellos la imagen que ellos están supuestos a vender ¿qué van a hacer?
Lo segundo es que cuando uno asume una posición en un mercado a un costo x, esa es una hipoteca. Es inconcebible que ninguna de nuestras grandes marcas de bebidas alcohólicas, por ejemplo, reduzca sus programas de promoción. Entonces, el hecho de que estemos llegando a cinco millones de visitantes publicitariamente es una hipoteca que la RD tiene, pero además cada porciento que se aumente tiene que ir acompañado de una inversión en promoción. Entonces ahí viene lo otro, si nosotros tenemos ahora que asumir una posición más agresiva en el mercado norteamericano, a eso hay que ponerle dinero. Tenemos que invertir más dinero en promoción en Estados Unidos, nuestra cobertura en el mercado norteamericano es limitada, hay que fortalecer la posición.
¿Qué planes tiene para Asonahores?
A nivel institucional, en Asonahores tenemos que fortalecer nuestros vínculos con las demás entidades similares. Y una ilustración de cómo fortalecer esos vínculos es que desde hace tiempo con la Junta Agroempresarial hacemos un estudio del valor económico de los vínculos entre la actividad agrícola, agroindustrial y el turismo. Queremos establecer ese mismo estudio para la actividad industrial. Tenemos que seguir fortaleciendo la posición de Asonahores como una entidad exportadora, vinculándonos con Adoexpo, y así con las instituciones de la sociedad civil que son pares de Asonahores. Tenemos el objetivo, interno, digamos, de fortalecer la institución de cara a su comunicación con los hoteles. Pasar de ser una entidad muy enfocada en servir frente a ala instituciones públicas las prioridades del sector, a ser una institución que además de continuar haciendo eso, fortalezca también nuestros servicios internos a nuestros miembros, recordando que tenemos una gama muy disímil de miembros, porque somos una federación de asociaciones hoteleras regionales, pero además somos una federación de asociaciones especializadas de renglones del turismo, restaurantes, aeropuertos, proyectos inmobiliarios, etcétera.