La Habana, Cuba, 17 ago (EFE).- Cuba tiene disponibles 300.000 hectáreas de tierra ociosa para entregar en usufructo a particulares, áreas poco "atractivas" por estar lejos de poblaciones y plagadas de vegetación invasiva pero que vienen acompañadas de incentivos para cultivarlas, publican hoy medios de la isla.
Estos terrenos representan cerca del 33 % de las 894.000 hectáreas ociosas que posee el país caribeño, cuyo Gobierno aprobó recientemente nuevas medidas para dinamizar este programa, una de los primeras reformas del presidente cubano Raúl Castro, pensada para reanimar la agricultura.
Las áreas disponibles están alejadas "de las comunidades agrícolas, carecen de agua y vías de comunicación y presentan alta infestación de marabú (una planta invasiva no endémica), lo cual no las hace atractivas", dijo al estatal diario Granma el director de Suelos y Control de la Tierra del Ministerio de Agricultura (Minag), Eddy Soca.
El directivo insistió en que desde 2013 se ofrecen incentivos a los usufructuarios, entre ellos la concesión de créditos bancarios, el acceso a tecnologías, maquinarias, semillas, fertilizantes y la posibilidad de formar parte de un programa de mejoramiento de suelos, dedicado a tierras con una categoría productiva baja.
En el caso de las personas jurídicas el tiempo será indefinido -antes era por 25 años-, siempre que "cumplan con las condiciones pactadas".
Soca precisó que desde 2008 el Estado cubano ha concedido 1,9 millones de hectáreas en usufructo -el 31 % de la superficie agrícola del país- de las que 1,7 millones fueron otorgadas a unas 222.000 personas naturales.
En la actualidad, "prácticamente no existen tierras con categorías uno y dos (alta productividad) para entregar. Las disponibles tienen niveles tres y cuatro, fundamentalmente, con muy baja agroproductividad", reconoció.
Entre las nuevas disposiciones aprobadas recientemente por el Consejo de Ministros de la isla destaca la extensión de diez a veinte años del periodo de posesión de las tierras entregadas en usufructo a personas naturales, quienes como requisito deberán trabajar y administrar de forma directa estos terrenos.
En el caso de las personas jurídicas el tiempo será indefinido -antes era por 25 años-, siempre que "cumplan con las condiciones pactadas".
También se incrementó la cantidad de tierra entregada, de 13,42 a 26,84 hectáreas, para las personas naturales que la solicitan por primera vez para uso agropecuario y forestal.
En el caso de los terrenos destinados a la cría de ganado mayor se definieron 26,84 hectáreas como el mínimo a entregar, a fin de facilitar la aplicación de tecnologías y lograr resultados competitivos.
Este límite podrá subir a 67,10 hectáreas, "siempre que se cumpla lo establecido y existan condiciones para ello".
Además, los beneficiarios de las tierras podrán "vincularse o integrarse a empresas (estatales) agropecuarias, azucareras o forestales".
Quienes así lo decidan "recibirán una atención más directa de la empresa estatal, en tanto para integrarse el campesino deberá primero entregar la tierra dada en usufructo para luego pasar a ser obrero o cooperativista de la forma productiva a la cual se integra", explicó Soca.
De igual forma se agrega el uso de financiación ilícita en las producciones como causa de extinción del usufructo.
Cuba posee 10,9 millones de hectáreas de superficie total, de las que unos 6,2 millones son áreas agropecuarias y 3,3 millones, forestales.
Menos del 25 % de los suelos dedicados a la actividad agrícola posee niveles de productividad de primera y segunda categorías.
La isla dedica unos 2.000 millones de dólares al año a la importación del 80 % de los víveres que consume y, según datos del Ministerio de la Agricultura, el 60 % de esos alimentos que se compran en el exterior podría producirse en el país.
Otro de los males del sector es la pérdida de un alto porcentaje de las cosechas en el momento de la recolección debido a la falta de infraestructura, transporte y envases, un problema que han reconocido las autoridades de la isla. EFE