SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La mina de puzolana “El Puerto”, localizada en Puerto Plata, fue vendida por el Estado a la cementera Argos Dominicana por un monto equivalente a menos del 1% de su valor real, estimado en 100 millones de dólares.
El dato consta en un oficio de la Dirección General de Minería (DGM) enviado al ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, el 19 de junio de 2015, ratificando su decisión de no tramitar ante este organismo el contrato de transferencia de la concesión -firmado en enero de 2013-, por considerarlo “defectuoso”.
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Sin embargo, en recientes declaraciones ofrecidas en el matutino Uno + Uno, de Teleantillas, el director general de Minería, Alexander Medina Herasme, cifró el valor de la propiedad en no menos de cinco millones de dólares, una suma significativamente inferior a la que el mismo funcionario consignó entonces en el citado documento.
En la misiva, la Dirección General de Minería detalla sus objeciones al contrato por medio del cual CORDE transfirió su concesión para la explotación del yacimiento de “tobas puzolánicas” a la compañía de origen colombiano, accionista en el país de Cementos Colón.
Entre los “defectos” atribuidos a la controvertida transacción, la DGM cita que el precio de venta de la concesión fue “muy por debajo de su valor real, con un pago de apenas US$98,000, en lugar del valor real de las reservas” de la mina.
La entidad reguladora hace referencia a una tasación realizada a la propiedad “y conocida por el Consejo Directivo de CORDE”, que determinó que el valor real de la mina “era de doscientos mil dólares (US$200,000)”.
No obstante, en el siguiente párrafo, señala que “esta Dirección General de Minería considera que basado en un estimado de 5 millones de toneladas de reservas minerales de puzolana de alta calidad, contenidas en la concesión El Puerto, al precio de US$20/tonelada puesta en la mina, el valor de esa concesión es de US$100 millones en toda la vida” de la reserva.
Aduce que el valor de la puzolana “puesta en el molino de cemento equivalente a US$70 por tonelada que vale el Clinker, por lo que su valor en la mina no podría ser menor” de US$20 la tonelada.
En torno a la documentación recibida de CORDE, Medina apunta que el precio de venta de la concesión acordado entre las partes (US$98,000) fue establecido “en función de la oferta hecha por el comprador, en lugar de hacerlo basado en el valor de las reservas (…) tal y como se acostumbra fijar los precios de venta de las minas con reservas conocidas”, como es el caso.
En una misiva anterior, dirigida en octubre de 2013 al director general de CORDE, Leoncio Almánzar, Medina comunicó sus objeciones al precio acordado con Argos Dominicana, al tiempo que solicitaba la revisión del caso, a los fines de establecer un precio de venta “que se corresponda con la realidad del mercado para este tipo de transacción”.
Asimismo, le observó a este funcionario que en el expediente correspondiente al traspaso de la concesión “no se anexó la autorización del Poder Ejecutivo” requerida para esta operación.
Las objeciones al contrato de la DGM recibieron en febrero de 2015 el respaldo del Ministerio de Energía y Minas, corroborando este organismo la existencia de “incumplimientos de forma y de fondo” en la transferencia de marras.
Debido a la suspensión del cumplimiento del contrato, la cementera Argos no ha podido explotar su la mina que adquirió, y en octubre del 2016 la empresa elevó ante el Tribunal Superior Administrativo una demanda de responsabilidad patrimonial en contra de CORDE y del Estado dominicano, que aún permanece pendiente de fallo.
Para cemento “de alta calidad”
Entrevistado al respecto, el geólogo Osiris de León describió a la puzolana como un componente mineral para la producción industrial de cemento considerado de alta calidad, por ser más “impermeable” y resistente en el tiempo a su exposición a las altas temperaturas.
Explica que debido a esta característica, el “cemento puzolánico” es utilizado en la construcción de grandes obras de infraestructuras expuestas a la humedad, como presas y diques, y tiene un precio más alto en el mercado.
De León conoce de primera mano la propiedad -desde el 1989, cuando laboraba para la DGM- y destaca que es la única mina en territorio dominicano con reservas conocidas y probadas de puzolana, material que describe como “una especie de ceniza o acumulación” de minerales.
Con relación al precio en que CORDE cedió los derechos de explotación de la reserva, al experto le parece irrisoria, “más bien simbólica” la suma de US$98,000.
“Realmente ese sería más bien un precio simbólico en cualquier tipo de explotación minera; una concesión de exploración no vale nada, ahora si es de explotación es muy distinto”, sostiene.
En cuanto a la forma en que se fijó el valor de la propiedad, considera inapropiado que se haya hecho en función de la oferta que hizo el adquiriente, como apunta la Dirección General de Minería.
“En ese caso sería incorrecto, porque precio se fija en función de las reservas probadas y del valor del mercado del material, deduciendo evidentemente costos operacionales, de extracción, de transporte, entre otros”, indicó al periódico Acento el expresidente de la Cámara Minera y Petrolera de la República Dominicana.