SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Manuel Diez Cabral, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Conep, se mostró de acuerdo con la propuesta del Gobierno de flexibilizar el precio que tiene el servicio de energía eléctrica para que éste varíe según lo haga el costo de generación.

“Vemos muy bien que se aplique lo que dice la Ley. Aquí hay que crear la tarifa técnica que le indica al consumidor cómo está compuesta esa factura que recibe y que suba cuando tenga que subir, pero que baje cuando tenga que bajar, tal como lo hacen los combustibles”.

Refirió que entre los años 2007 y 2008, cuando el petróleo se desplomó a nivel internacional, los precios de los combustibles registraron descensos, pero la tarifa eléctrica lo único que hizo fue subir.

Dicha propuesta está reflejada en la Carta de Intención enviada por el Gobierno dominicano al Fondo Monetario Internacional, que indica que “el gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley que introducirá un mecanismo de ajuste automático para el (promedio) de la “tarifa técnica” de electricidad”.

También se pronunció sobre el tema el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), monseñor Agripino Núñez Collado, quien advirtió que estas medidas podrían ser peligrosas si antes no se resuelve el problema del mal servicio de energía eléctrica.

Advirtió que lo primero que el país tiene que asegurar es que haya electricidad y que la gente reciba y pague el servicio.

Dijo que el Congreso debe analizar con minuciosidad  la propuesta del Poder Ejecutivo para que no pase lo que ocurre actualmente con los precios de los combustibles.

“Si se va a hacer para crear más angustia e intranquilidad, como está pasando con el cambio de los precios de los combustibles semanalmente, que el Gobierno dice que está financiando parte del costo del petróleo y los usuarios también se quejan… entonces que lo consideren bien”, dijo.

Tanto Núñez Collado como Manuel Diez Cabral dieron sus declaraciones antes de que se iniciara un encuentro entre el Conep y los representantes de los sindicatos de trabajadores, en el que las partes buscaban definir una agenda de temas que afectan directamente a las dos clases para dar inicio a una jornada de discusión más extendida.