La Comisión Europea y el Banco Mundial firmaron este viernes un acuerdo por 14 millones de euros para ser implementados por el Fondo Multi-Donantes (MDTF, por sus siglas en inglés) para facilitar el acceso a seguros contra riesgos de desastres, de alta calidad y bajo costo, a los gobiernos de los países de Centroamérica y República Dominicana.
Esta donación apoyará a los países a convertirse formalmente en miembros de CCRIF SPC (antes Mecanismo de Seguros contra Riesgos Catastróficos del Caribe), un programa de varios países que le permite a sus 17 miembros actuales compartir el riesgo, tener acceso a cobertura de seguros por desastres a bajo costo, y gestionar y financiar de mejor manera el riesgo por desastres.
El acuerdo fue firmado hoy por Neven Mimica, Comisionado de la Unión Europea para la Cooperación y el Desarrollo Internacional, y Jorge Familiar, Vicepresidente del Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe. Milo Pearson, Presidente de la Junta de CCRIF SPC. Iván Acosta, Ministro de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua, y Wilfredo Cerrato, Secretario de Finanzas de Honduras, también participaron en la ceremonia de firma.
“La contribución de la Unión Europea (UE) al Fondo Multi-Donantes para los países de Centroamérica y la República Dominicana es un reflejo de nuestra preocupación compartida por la necesidad de apoyar a países socios en la construcción de resiliencia ante los desastres y el cambio climático; preocupación que ha llevado a un incremento en el aporte de fondos por el cambio climático en las prioridades de desarrollo de la UE”, dijo Mimica. “La urgencia de la situación demanda acción inmediata, por eso es que valoramos por poder hacer hoy este anuncio”.
“Para economías pequeñas, enfrentar los riesgos de desastres o el clima de manera efectiva requiere esfuerzos a nivel regional, pues las soluciones eficaces requieren compartir esos riesgos. Esto es clave para los países del Caribe y Centroamérica que son cada vez más vulnerables a los efectos del cambio climático”, dijo Familiar. “Este mecanismo es un buen ejemplo de un bien público regional, mediante el cual los países miembros se beneficiarán por la cobertura de seguros de desastres a tasas más accesibles”.
Este compromiso es parte de los esfuerzos renovados de donantes y la comunidad internacional para atender los crecientes riesgos de desastres y el clima global. Como parte de estos esfuerzos, los países han adoptado nuevos acuerdos en los últimos meses (como el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y Transformar nuestro mundo: la agenda 2030 -los objetivos globales para el desarrollo sostenible) para comprometer fondos prioritarios y apoyar los esfuerzos para gestionar y financiar el riesgo de desastres en países en desarrollo.
Además de la contribución de la UE, los gobiernos de Canadá y los Estados Unidos también han prometido fondos para el MDTF, por un total aproximado a la fecha de US$24 millones en apoyo a la participación de los países de COSEFIN en CCRIF SPC. Las contribuciones de los donantes tienen un rol clave para permitirles a los países beneficiarse de la cobertura de seguros de CCRIF a tasas más accesibles. Los pagos por membresía hechos por los países miembros también contribuyen a la sostenibilidad financiera del mecanismo.
Desde 2007, CCRIF ha ofrecido seguros paramétricos por catástrofes, como tormentas tropicales, terremotos y -desde 2013- por exceso de lluvias, a tasas accesibles para los gobiernos de países del Caribe. En la actualidad 16 países del Caribe son miembros de CCRIF y Nicaragua se unió formalmente al mecanismo en 2015.
El mecanismo de seguros paramétricos de CCRIF le permite proveer recursos financieros inmediatos luego de un desastre, lo que le permite a gobiernos implementar actividades para atender las emergencias, responder mejor a las necesidades iniciales de sus poblaciones y continuar con la provisión de servicios esenciales.
Desde 2007, CCRIF ha hecho 13 pagos por un total aproximado de US$38 millones a ocho países miembro. Todos los pagos han sido desembolsados dentro de las dos semanas inmediatamente posteriores al evento catastrófico.