SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La aptitud productiva y el espíritu emprendedor de la gente emergen al momento de proponerse iniciar algún negocio o actividad comercial, con el fin de progresar y abrirse paso en un mundo cada vez más competitivo y a la vez excluyente para buena parte de la población.
Un escenario ilustrativo de ello es la República Dominicana, donde el 68.2% de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) fueron en una primera etapa microempresas, es decir, propiedad de personas que empezaron a producir teniendo entre uno y diez empleados.
Así lo establece el libro “Micro, Pequeñas y Medianas empresas en la RD” del Fondo para el Financiamiento de la Microempresa (FondoMicro), que describe a las Pymes como aquellas unidades no agrícolas dedicadas a actividades productivas, comerciales o de servicio, que emplean permanentemente de 11 a 150 personas.
En el 69% de los casos, evolucionar de micro a pequeñas (de 11 a 50 trabajadores) y medianas (de 51 a 150) les tomó a estas empresas diez años. Mientras que el 26.6% lo logró en un período de 3 a 10 años, y solo 4.4% pudo hacerlo en menos de tres años.
Según la publicación de Fondomicro, cuyos técnicos encuestaron a 113,500 hogares y establecimientos entre marzo y junio del 2013, en el país operan 18,337 de estos negocios, que emplean a 522,231 personas (el 24% del empleo formal) y aportan a la economía un valor agregado de RD$498 mil 818 millones, el 19.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
El 73.1% de las pymes se localiza en zonas comerciales, y en cuanto a su actividad económica, el 82% corresponden al sector comercio y servicios, y un 18% a la manufactura.
Otro dato es que un altísimo porcentaje, el 97.2%, está debidamente registrada y pueden emitir facturas con Número de Comprobante Fiscal (NFC), en contraste con el sector de las microempresas, donde apenas un 90% opera en la informalidad.
A pesar de su capacidad para insertarse en el mercado e incrementar su volumen de negocios, más del 90% de las pymes exhiben “una marcada orientación hacia el mercado local” y menos del 10% exporta algún producto.
El libro divulgado por Fondomicro, autoría de los especialistas Marina Ortiz, Miguel Cabal y Rita Mena, sostiene que las pymes con mayor potencial exportador están en los sectores impresión gráfica, textiles, elaboración de alimentos y bebidas, productos de metalmecánica, vidrios, alfarería y Cerámica.
En general, las pequeñas y medianas empresas criollas tienen un mercado externo “poco diversificado: 55.2% vende a un solo país y un 22% a dos países”, en tanto que el 62.9% no tiene información sobre cómo vender en el exterior. Alrededor de un 14% (13.9%) vende algún porcentaje de su producción al Gobierno, en calidad de suplidoras del Estado.
En esto puede influir el hecho de que un 59% de los negocios encuestados dijo desconocer por completo los programas de apoyo gubernamentales orientados al sector.
Con respecto al acceso a financiamiento, a las pymes le son aprobadas el 81% de sus solicitudes de préstamos en el sistema bancario y solo un 4.6% son rechazados, al tiempo que un 55.3% tenía algún tipo de présstamos al momento de la encuesta.