SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El embajador de los Estados Unidos, James Wally Brewster, abogó este miércoles por la adopción de una política de “tolerancia cero” frente a la corrupción tanto pública como privada, un flagelo que, aseguró, desalienta la inversión extranjera y constituye “un robo a la sociedad”.

Puntualizó que en muchas naciones del mundo, incluida la República Dominicana, la corrupción “funciona como un impuesto adicional”, que perjudica a los ciudadanos y las empresas, al tiempo que degrada el clima de inversión y el crecimiento económico.

“El sector privado tiene que adoptar medidas positivas (…) si usted ve a alguien participando en actos de corrupción, entiendan que están sacándole dinero de su bolsillo, hoy y en el futuro. La corrupción es el más grande acto de egoísmo, y es un robo a la sociedad”, dijo Brewster ante decenas de empresarios, en el marco del Almuerzo Mensual de la Cámara Americana de Comercio (AmchamRD).

Subrayó que la transparencia en los contratos y el comercio, así como “cambiar la cultura de cómo hacer negocios”, es “una responsabilidad de todos, no solo del Gobierno”, de gran importancia para los Estados Unidos.

“Así como la documentación original es fundamental para obtener una visa estadounidense, también son esenciales los contratos fidedignos para los inversionistas extranjeros; es difícil, pero ustedes tienen que buscar maneras para enfrentar el status quo. En mi país, la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero fomenta el temor entre aquellos empresarios que están considerando pagar un soborno o realizar transacciones ilegales”, precisó el diplomático.

Migración y derechos humanos, temas sensibles

Brewster se refirió al “debate” migratorio como uno de los tópicos “más sensibles” de los últimos años y de suma importancia para Estados Unidos, en el que el Gobierno “ha dado pasos muy positivos”.

“Sé que algunos de ustedes tienen en sus nóminas a empleados que han sido afectados por la sentencia (168-13), y que ustedes han apoyado su proceso de regularización y los han ayudado a que participen en la economía formal”, dijo el embajador a los empresarios.

Agregó que el tema de los derechos humanos “no solo le preocupa a otros gobiernos y a las organizaciones internacionales, sino también a los consumidores e inversionistas.

“Los consumidores globales quieren saber quiénes trabajaron en la confección de los productos que están comprando. También le están prestando atención a los tribunales y a la credibilidad de las instituciones dominicanas. Un clima de inversión saludable depende de la confianza que se le tenga al estado de Derecho”, apuntó.

El representante de Estados Unidos destacó el apoyo de esa nación a la RD en áreas prioritarias como la educación, derechos humanos, el combate al narcotráfico, el medioambiente y la seguridad ciudadana.

“En nuestra lucha contra las drogas hemos interceptado y destruido alrededor de US$50 millones en narcóticos que hubiesen entrado a la República Dominicana y los Estados Unidos. Con la asistencia de la Oficina del Procurador General hemos extraditado y encarcelado muchas personas que jamás volverán a cruzar nuestro camino”, expresó.

Ponderó, asimismo, la reciente firma de un nuevo tratado bilateral de extradición, y anunció que próximamente se dará a conocer otro convenio “que será el primero de su clase en América Latina y que será de gran beneficio para ambas naciones, canalizando recursos no sólo en esta área, sino en muchas otras también”.