RÌO DE JANEIRO, Brasil (EFE).- El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) le impuso una multa de 50 millones de reales (unos 12,8 millones de dólares) a la subsidiaria de Volkswagen en el país por haber modificado el software que indica si los vehículos cumplen o no las exigencias ambientales, informaron fuentes oficiales.
La multa es la mayor permitida para este caso por la Ley de Crímenes Ambientales, informó el Ibama en un comunicado.
El órgano ambiental también determinó que la empresa presente un plan de corrección de los vehículos alterados que fueron comercializados en Brasil, para que cumplan los parámetros de emisiones de gases exigidos por la legislación brasileña.
Las modificaciones ordenadas serán exclusivamente para corregir los dispositivos manipulados y no afectará al rendimiento del motor, aseguró el Ibama en su comunicado.
A finales de octubre el fabricante de automóviles admitió que manipuló el software con que se miden las emisiones contaminantes de los motores a diésel del vehículo Amarok, producido en Argentina y comercializado en Brasil.
Volkswagen dijo que en 2016 llamará a revisión a los propietarios de 17.057 vehículos afectados por esta acción con el fin de llevar a cabo una actualización del programa.
El Ibama comenzó a investigar a Volkswagen en septiembre pasado, cuando la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) emitió un aviso sobre la violación de su legislación sobre contaminación atmosférica a Volskwagen AG, Audi AG y el Grupo Volkswagen de América Inc.
El 25 de septiembre Volskwagen Brasil fue notificada por el Ibama y obligada a prestar declaración sobre si su producción y comercialización en el país incluía vehículos con alguna alteración del mismo tipo de la descubierta en Estados Unidos.
En una carta enviada el 22 de octubre, la empresa reconoció que todo el lote de vehículos de 2011 y parte del lote de 2012 del modelo Amarok a diésel argentino comercializado en el mercado brasileño presentaba la misma manipulación.
Los vehículos de la misma marca y modelo equipados con motores de gasolina o motorización flexible (alcohol y gasolina) no poseen el "software" ni hay indicios de que no respeten los niveles de emisión de contaminantes establecidos por la legislación ambiental brasileña, según el Ibama.
El mercado automovilístico es una de las grandes bazas de la economía brasileña, con una venta de vehículos en el mercado interno de 306.200 unidades en julio, según los datos más recientes de la patronal Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea).