Nueva York (EFE).- Las nuevas señales de desaceleración económica en China y las renovadas tensiones en Oriente Medio derrumbaron hoy los mercados bursátiles mundiales, tanto que Wall Street estuvo a punto de tener su peor comienzo del año en 84 años.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador del mercado de Nueva York, cayó hoy un 1,58 % en la primera sesión del año, después de haber cerrado 2015 con unos resultados decepcionantes.
Un último rebote media hora antes del cierre impidió un desplome mayor y evitó que el indicador quedara por debajo de la barrera psicológica de los 17.000 puntos, que llegó a perder durante la jornada por una sesión que comenzó con mal pie.
Los otros indicadores más importantes, el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan las principales firmas tecnológicas, cayeron, respectivamente, un 1,53 % y un 2,08 %.
El S&P 500, gracias también al rebote de última hora, pudo quedar por encima de los 2.000 puntos, mientras que el índice compuesto del Nasdaq, que perdió más de 100 puntos, terminó por debajo de los 5.000 enteros.
Al igual que los mercados bursátiles asiáticos y europeos, Nueva York quedó impactado también por nuevos datos que dieron cuenta de un descenso en diciembre en la producción manufacturera china, el décimo retroceso en diez meses consecutivos
De no ser por el empujón de última hora, Wall Street habría cerrado con el peor comienzo de año desde 1932, para un ejercicio que, según los analistas, puede dejar muchas sorpresas, principalmente por incertidumbres internacionales que se intensificaron desde el cierre del ejercicio de 2015.
"Son temores generando más temores", dijo a la cadena CNBC el responsable de la gerencia de fondos de la firma Wells Fargo, John Manley.
Esos temores surgieron el fin de semana por las tensiones entre Irán y Arabia Saudí a raíz de la ejecución de un clérigo chií en Riad que había sido condenado a muerte por incitar protestas sociales en Arabia Saudí.
Los dos países son claves para resolver conflictos armados en la región, como el de Siria y Yemen, por lo que una rivalidad entre esas naciones, las de mayor peso en la región pero enfrentadas históricamente, genera temores en Wall Street.
Al igual que los mercados bursátiles asiáticos y europeos, Nueva York quedó impactado también por nuevos datos que dieron cuenta de un descenso en diciembre en la producción manufacturera china, el décimo retroceso en diez meses consecutivos.
La bolsa de Shanghái cayó un 6,86 %, la de Hong Kong un 2,68 % y la de Tokio un 3,06 %, con un impacto que, según avanzaba la jornada, dejó sentirse con fuerza en Europa.
El principal indicador de la Bolsa de Londres perdió un 2,39 %, el de París un 2,47 y el de Fráncfort un 4,28 %. El de Madrid, que vive fechas claves en el proceso político postelectoral, cayó también, un 2,42 %.
En el caso de Wall Street las transacciones se desarrollaron con una gran volatilidad, al volver al parqué los operadores tras el largo fin de semana que se prolongó desde el viernes por el festivo de fin de año.
Se habían ido a casa el jueves cerrando un año que, en el caso del Dow Jones, tuvo su primer retroceso negativo desde la crisis de 2008, en un ejercicio afectado por la desaceleración económica china y la caída de los precios del petróleo.
Aunque diciembre suele ser un mes de subidas en Wall Street, el último no lo fue, por lo que, al comenzar el nuevo año, el mercado pareció contagiarse del ambiente que se heredó del ejercicio anual anterior.
Los analistas creen que durante este año seguirán las pérdidas, a no ser que haya drásticos cambios en la economía china y en los precios del crudo, aunque a corto plazo pueda haber un rebote técnico.
"El mayor error sería decir: 'Dios mío, esto es pánico'", afirmó el analista financiero de la firma TD Ameritrade JJ Kinahan al destacar las enormes oportunidades que surgen tras las caídas de hoy y de las últimas semanas. EFE