Cientos de taxistas han optado por desafiliarse de la aplicación móvil Uber a raíz de la rebaja de 30% en la tarifa por kilómetro del novedoso servicio, que dispuso la empresa en el pasado mes de abril, afirmaron representantes del grupo de conductores inconformes con la empresa.

En una visita a la redacción de Acento, Carlos Díaz y Ramón de Dalmases, indicaron aunque resulta aparentemente favorable para el usuario, en realidad la medida solo beneficia a la compañía internacional, que mantiene intacto su beneficio de 25% en cada servicio.

Señalaron que la disposición ha generado una estampida de por lo menos setecientos conductores que sencillamente desinstalaron la aplicación, mientras una buena parte están migrando a empresas que están ofreciendo un servicio similar.

“Ellos dicen que el conductor va a tener más viajes, pero tener más viajes bajando el precio quiere decir que vas a ganar lo mismo, pero gastando más” en combustibles, repuestos y otros gastos, sostuvo De Dalmases.
Los conductores explicaron que el usuario no ha podido beneficiarse por completo del descuento, debido a que la aplicación implementó un nuevo sistema “dinámico” en función de la disponibilidad de taxis, que tiende a incrementar el costo de los servicios.

“El 30% que Uber se comprometió a ofrecerle al usuario de ventaja, el usuario no lo ha visto porque inmediatamente vino el descontento, y hubo una desconexión de la aplicación; hoy Uber tiene un mapa que es un arcoíris, siempre con un tarifa dinámica que al cliente le sale dos, tres, cuatro y cinco veces más caro”, afirmó Díaz.

Carlos Díaz (en primer plano) y Ramón de Dalmases se identificaron como conductores afiliados a Uber desde su llegada al país.

Agregó que otro aspecto que habría perjudicado a los afiliados a Uber fue la incorporación “sin control” de una gran cantidad de taxistas a su plataforma, lo que ha producido una sobreoferta en este servicio.

Explicó que la situación afectó a numerosos taxistas que entusiasmados con la llegada de Uber se endeudaron para adquirir un vehículo modelo 2008 o más reciente, un requisito que exige la empresa, o adquirieron varios automóviles para ofrecer el servicio. La aplicación exige además que los taxistas briden al cliente internet gratis y otras facilidades que suponen costos adicionales.

Díaz añadió que también perjudica a muchos profesionales que empezaron a trabajar a medio tiempo con la aplicación, luego de su horario laboral, como una vía de incrementar sus ingresos.

Puso de ejemplo que él mismo es odontólogo y tiene su empleo en esta área de la medicina. “Pero me interesó el dinamismo de esta compañía que venía y ganar un poco de dinero extra”, relató.

Vínculo “impersonal

Los conductores reconocen que Uber “ha cambiado la mentalidad del dominicano, en cuanto a que se puede solicitar un vehículo a través de una aplicación telefónica, algo que antes era inconcebible”.

Sin embargo, Ramón de Dalmases le reprocha la relación “totalmente impersonal, sin un rostro a quien acudir” que mantiene con sus taxistas afiliados la empresa, que no dispone de representantes ni oficinas en la República Dominicana.

Los conductores adscritos a la aplicación móvil reciben sus pagos con una frecuencia semanal, mediante una transferencia a una cuenta bancaria, pero no tienen contacto directo con ningún personal de la empresa.

“Incluso ellos nos enviaron en determinado momento un teléfono para emergencias, pero compañeros que estaban siendo agredidos en hoteles, y les dijeron que no podían hacer nada a menos que los agredieran físicamente o les rompan el carro”, comentó.

Los conductores hicieron un llamado a quienes están teniendo inconvenientes por las medidas adoptadas por Uber a que se acerquen a otras compañías que también ofrecen un servicio de taxis ejecutivos mediante una aplicación o app móvil, como es el caso de Tuv Sud.

“Sabemos que Uber no va a cambiar su política”, adujo De Dalmases.