Davos (Suiza), 19 ene (EFE).- El ministro saudí de Energía, Jalid al Falih, aseguró hoy que su país desea una alianza estable y permanente con Rusia y dijo que la OPEP podría acometer nuevos recortes en la producción de petróleo este año, lo que provocaría escasez.

Al Falih hizo estas afirmaciones al participar en el Foro Económico Mundial de la ciudad suiza de Davos en una mesa redonda en la que coincidió con el titular ruso de Economía, Maxim Oréshkin, y con el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol.

Según Al Falih, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) "podría extender los recortes este año", lo que generaría escasez.

En su informe mensual sobre petróleo, publicado hoy, la AIE constató que en lo que va de año la extracción ha caído, tanto la de Arabia Saudí como la del resto de productores, indicó Birol.

"El mundo va a necesitar gas y petróleo durante generaciones y cada una de esas gotas la vamos a producir"

Respecto a los lazos con Moscú, el ministro saudí incidió en la necesidad de optimizar la relación con Rusia a largo plazo.

El acuerdo o alianza que puso sobre la mesa el responsable saudí tendría que ser "una asociación duradera que evolucione con el tiempo".

El ministro ruso no respondió directamente a la propuesta saudí, pero sí se refirió a los posibles recortes en la producción de petróleo.

Destacó que Rusia "no quiere mantener precios artificialmente altos, lo que desea es un mercado sostenible".

Por otra parte, Al Falih señaló que "no le quita el sueño" el impacto en el mercado del gas de lutita o esquisto, que en Estados Unidos y en otros países se está promocionando.

Asimismo, puso en duda que los productores de petróleo estadounidenses puedan añadir entre 2 y 4 millones de barriles diarios "para mantenerse al día con la demanda".

También se refirió a la anunciada y aplazada salida a bolsa de la petrolera saudí Aramco, que en octubre pasado el presidente de la compañía, Amin Nasser, situó en 2018, cuando se pondrá a la venta un 5 por ciento.

Al Falih rehusó concretar cuál podría ser la valoración de Aramco, que se estima que podría ser la mayor de la historia, dado que los recursos que respaldan a la compañía se elevan a "billones de dólares".

Lo que espera Arabia Saudí con la privatización de Aramco es proporcionar valor "durante generaciones".

"El mundo va a necesitar gas y petróleo durante generaciones y cada una de esas gotas la vamos a producir", recalcó.

El precio final "se verá en 2018 o quizás en 2022, eso es lo de menos", pero no hay duda de que será "la mayor operación nunca vista", agregó.

El negocio de Aramco, aclaró, no se va a limitar al petróleo y al gas, sino que se va a diversificar a otros sectores, como las renovables, pues lo que se busca es "sostenibilidad a largo plazo" y, para ello, se aprovecharán "todas las fuentes de energía".

Al Falih aprovechó la repercusión que tiene el Foro de Davos para asegurar que su país se convertirá pronto en un lugar "más tolerante", a medida que ponga en marcha reformas en una economía que, hasta ahora, era excesivamente dependiente del petróleo.

"Vamos a convertir Arabia Saudí en un lugar más amable para vivir", subrayó el ministro. EFE