Dajabón (R.Dominicana), 23 sep (EFE).- Autoridades dominicanas, comerciantes y legisladores de la provincia de Dajabón (noroeste dominicano) analizaron hoy la veda impuesta por el Gobierno haitiano al ingreso a su país por vía terrestre de 23 productos de origen nacional.

Los comerciantes explicaron que la medida, además de "arbitraria" y "poco táctica", es perjudicial para los haitianos y remarcaron que en Haití ya comienza a sentirse un desabastecimiento de productos.

Mientras la senadora del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en Dajabón, Sonia Mateo Espinosa, dijo que los comerciantes que asisten lunes y viernes al mercado binacional le manifestaron que están decididos a no comprar productos a los haitianos.

La legisladora dijo que es hora de "frenar" el "relajo" de Haití hacia la República Dominicana.

En tanto, la gobernadora de esta provincia, Ramona Rodríguez, criticó la medida de las autoridades haitianas, pero estimó que en corto, mediano o largo plazo, "no hay dudas de que los más afectados serían los haitianos pobres, que son la mayoría".

En el encuentro hablaron también Fernando Díaz, Abigail Bueno y Freddy Morillo, principales líderes de las asociaciones de comerciantes del mercado binacional de Dajabón, quienes rechazaron la decisión del Gobierno haitiano.

Los comerciantes reconocieron que en la frontera no hay fuentes de empleos y que del intercambio comercial viven miles de familias dominicanas y haitianas residentes en comunidades fronterizas de ambos países.

Entre los productos exportados por República Dominicana prohibidos por Haití figuran la harina de trigo, cemento gris, aceite comestible, jabón, detergente en polvo, detergente líquido o en espuma, agua potable, pintura y productos para carrocería de vehículos, mantequilla, manteca y herramientas para la construcción.

En respuesta a esta decisión, la República Dominicana llamó a consultas la semana pasada a su embajador en Haití, Rubén Silié.

La Cancillería, además, afirmó que no descarta la ejecución de "otras medidas diplomáticas" como forma de rechazar la prohibición anunciada por Haití.

Esta situación se suma al conflicto generado después de que se aplicara el Plan dominicano de Regularización para Extranjeros, cuyo plazo para acogerse se cumplió en junio, y que afecta en su mayoría a inmigrantes haitianos.

Gobiernos de la región, organismos internacionales y ONG expresaron preocupación ante este plan, por posibles deportaciones masivas que arrastren a personas nacidas en el país de padres extranjeros indocumentados.