SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El intento de derribo de 14 torres de transmisión en Yaguate, San Cristóbal, denunciado este martes por las autoridades de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), se suma a otros hechos similares que han tenido lugar en los últimos años, con la presunta finalidad de “sabotear” el sistema eléctrico.

Julián Santana, administrador de la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED), descartó que fuera una tentativa de robo la acción llevada a cabo hace seis días, que pudo dejar a oscuras a buena parte de la provincia sureña y la capital dominicana.

La afirmación de que “no se trata de robos, sino de acciones dirigidas a tumbar el sistema” que reiteró el funcionario, trae a colación denuncias anteriores de las autoridades ante la ocurrencia de este tipo de delitos, que pueden ser catalogados de recurrentes.

De acuerdo con una noticia de Listín Diario, publicada en el 2012 bajo la firma de Jairon Severino, entre el 2011 y abril de ese año se reportaron por lo menos 11 ataques a torres de transmisión, subestaciones y a una generadora de electricidad.

El entonces titular de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini, informó que ese mismo mes fue derribada una torre de transmisión en la zona de La Victoria.

Asimismo, fueron sustraídas piezas de cuatro torres ubicadas en Bonao, Monseñor Nouel, y que forman parte de la denominada Autopista Eléctrica, “con el aparente propósito de hacerlas caer”, declaró Marranzini.

El reporte de la CDEEE deba cuenta también del derribo de la torre 28 de línea de transmisión Hainamosa- Yamasá-Monte Plata, que en la misma época dejó sin servicio durante un fin de semana a 33 circuitos de Santo Domingo Norte, Monte Plata, Sabana Grande de Boyá, Bayaguana y Yamasá, entre otras localidades.

En diciembre del 2011, las autoridades denunciaron el desplome de la torre que soporta la línea de 138 kilovoltios Monterío-kilómetro 15 de Azua, lo que afectó el suministro eléctrico a varias comunidades del Sur.

Dos meses antes, en octubre de ese año, se informó que fue “tumbada” una de las torres de la Autopista Eléctrica del Norte, en Bonao, al desmontarle los tornillos de anclaje y dejarla sin soportes.

En junio del 2011, se divulgó en la prensa que “desaprensivos” robaron el mismo tipo de tornillos a tres torres de transmisión de  la línea Canabacoa, Nibaje, dejando la estructura a merced del viento.

Un mes después, se denunciaba un espectacular ataque con bombas “molotov” y disparos con armas de alto calibre contra la generadora de gas natural Palamara-La Vega (GPLV), acción que fue tildada  de “terrorista” y reivindicada  por un presunto grupo subversivo, de nombre “Resistencia Popular Duartiana”. La Policía Nacional detuvo en esos días a cinco personas sospechosas de haber perpetrado el atentado.

En ese contexto, Marranzini advirtió de la existencia de grupos vandálicos que procuraban desestabilizar el sistema energético ocasionando daños a las neurálgicas líneas de alta tensión.

El funcionario reclamó entonces que fueran apresados y castigados drásticamente los “vándalos” que atentaban contra la estabilidad del sistema energético, al tiempo que anunció la instalación de cámaras de vigilancia en las torres de transmisión situadas en áreas sensibles y de alto riesgo.

Gran impacto en el suministro

De acuerdo con el administrador de la ETED, de haber colapsado las 14 torres objeto del más reciente “atentado”, cuyos autores aún se desconocen, hubiera tomado al menos seis meses restaurar plenamente el suministro en las zonas más afectadas.

Indicó que estas instalaciones no son fabricadas en el país, por lo que habría que ordenarlas en el exterior.

“En el anclaje donde están sustentadas las torres de transmisión hay unas chapas, que fueron retiradas. Si hay una brisa fuerte, la torre colapsa”, explicó el funcionario, quien descartó que el motivo de la acción fuera robar las partes para venderlas, pues se trata de piezas de muy poco tamaño.

Santana reiteró que “no se trata de robos, sino de acciones dirigidas a tumbar el sistema”.

El vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, añadió que la situación está bajo el control de las autoridades, que han incrementado las medidas de seguridad en torno al sistema de transmisión, mientras que los organismos de seguridad investigan el hecho.

El intento de “sabotaje” a las torres que soportan las líneas de transmisión Julio Sauri-Pizarrete -de 138 kilovatios- fue dado a conocer este martes por Bichara, Santana y los administradores de las tres distribuidoras de electricidad del Estado, durante una rueda de prensa convocada en la sede de la CDEEE.