SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) consideró que si en definitiva el Gobierno mantendrá la imposición de cobrar el 50% del ITBIS adelantado en Aduanas, debe aplicar alternativas para que las medianas y pequeñas empresas no naufraguen en términos financieros.
El presidente de la entidad empresarial, Antonio Taveras Guzmán, hizo el planteamiento al proponer una fórmula que, desde su punto de vista, mitiga el impacto de esa medida fiscal en el flujo de caja del sector que más aportes en empleos hace a la economía de la República Dominicana.
Dijo que esa ecuación dificulta el cumplimiento de los deberes tributarios y, por supuesto, expone a las Pymes a moras, multas y, para evitar ser clausuradas por la DGII e incumplir sus compromisos con suplidores y empleados
“Si el Gobierno mantendrá a capa y espada la defensa de una medida tan dañina para el sistema productivo, entonces debería disponer que a las Pymes suplidoras del Estado se les descuente el ITBIS al momento en que las entidades públicas liquidan las facturas”, sugirió el dirigente empresarial.
Insistió, sin embargo, que lo ideal sería dejar sin efecto el cobro anticipado del 50% del ITBIS en la Dirección de Aduanas.
A juicio del presidente de la AEIH, la alternativa que presenta es una medida de tipo administrativo para preservar la salud financiera de las Pymes que no requiere un cambio de legislación y que, probablemente, apenas necesite alguna norma de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) o un decreto del Poder Ejecutivo.
Señaló que una medida similar, ajustada al mercado privado, habría que tomar ante las ventas que se realizan a grandes empresas y almacenes que, con suerte, pagan las facturas a los 90 o 120 días, otro factor que yugula liquidez de las Pymes.
Taveras Guzmán recordó que pagar el 50% del ITBIS adelantado en Aduanas antes de iniciar el ciclo productivo y hacerlo de nuevo en la DGII en un plazo de alrededor de 20 días con el producto terminado y facturado, aunque no cobrado, representa “un doble golpe a la liquidez de las Pymes.”
Dijo que esa ecuación dificulta el cumplimiento de los deberes tributarios y, por supuesto, expone a las Pymes a moras, multas y, para evitar ser clausuradas por la DGII e incumplir sus compromisos con suplidores y empleados, “tendrían que hacer magias o simplemente despedir a los empleados y cerrar.”