SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) llamó a la sociedad dominicana a empoderarse y "decir basta ya de abuso, chantaje, cartelización y maltrato a los ciudadanos, por parte de un sistema de transporte malo, caro e inseguro, que afecta la competitividad de la economía y la dignidad" del usuario.
Asimismo, el presidente de la entidad, Antonio Taveras, y su Consejo de Pasados Presidentes instaron al Estado a poner fin “a la permisividad basada en el clientelismo, que propicia el caos en el transporte de pasajeros y de carga” a nivel urbano e interurbano.
La organización empresarial demandó una genuina competencia en el transporte y una reforma profunda desde el punto de vista institucional para corregir las distorsiones existentes en el campo normativo y regulatorio de esa actividad, que impacta en toda la cadena de la economía.
“No podemos permitir que las calles se sigan arrabalizando a consecuencia de una actividad desarrollada bajo un desorden mayúsculo, como si se tratase de una selva en las que no funcionan las reglas, que atenta contra el bienestar de los ciudadanos y el desarrollo de las empresas”
“Se requieren reglas firmes, consecuencias funcionales y una Superintendencia de Transporte con una estrategia que termine con la arrabalización que se observa en las calles del Distrito Nacional y de las principales ciudades del país”, manifestó la AEIH en un comunicado.
A juicio de la entidad empresarial, organizar, adecentar y hacer competitivo el transporte sería el logro más importante para el país, porque esto impactaría en la calidad de vida y en el salario real de los trabajadores, que dedican una alta proporción de sus ingresos a ese servicio.
“No podemos permitir que las calles se sigan arrabalizando a consecuencia de una actividad desarrollada bajo un desorden mayúsculo, como si se tratase de una selva en las que no funcionan las reglas, que atenta contra el bienestar de los ciudadanos y el desarrollo de las empresas”, sostuvo.
La asociación empresarial planteó que no es razonable que las rutas operen como propiedad exclusiva de grupos empresariales disfrazados de sindicatos, ni es admisible que el Estado renuncie a sus funciones normativas y regulatorias como único dueño de los espacios públicos.
“Digamos no al miedo y enfrentemos como sociedad esa barbaridad; no merecemos algo tan indigno y atropellante”, sostuvo la AEIH.