El número de conexiones 4G -o LTE- en Latinoamérica tuvo un aumento anual el pasado ejercicio del 304 por ciento, hasta sumar 54 millones de líneas con esta tecnología en toda la región, afirmó este martes el presidente de la fundación 5G para América Latina y el Caribe, Jose Otero.
Durante un desayuno informativo, Otero dio cuenta de un reciente análisis de la fundación para el que han compilado los datos de varias consultoras del sector, en el que detallan que el país con mayor penetración de líneas 4G -las de mayor velocidad- en 2015 fue Uruguay, donde esta tecnología alcanzó el pasado ejercicio al 48,9 por ciento de los nuevos teléfonos móviles en el territorio.
Más lejos le siguen Chile, Perú y Brasil, aunque, según Otero, uno de los países en el que más creció en el último ejercicio el número de terminales con cobertura LTE fue Argentina, que en sólo un año pasará de los 6,1 millones usuarios con esta tecnología en 2015 a los 16 que la consultora Carrier y Asociados prevé para fines de 2016.
El crecimiento de las redes LTE en el último año en Argentina fue del 10 %, un porcentaje similar al de la penetración de esta tecnología en las nuevas líneas del país, lo que le situó como el quinto país latinoamericano con mayor despliegue de esta tecnología en 2015.
Así, según esta empresa, en 2015, el 17 % de los dispositivos en Argentina tenía tecnología 4G.
El estudio de 5G Américas observa además un incremento anual del número de smartphones en Argentina del 1.600 por ciento, de tal modo que, en el cuarto trimestre de 2015, el 98 por ciento de los teléfonos que se incorporaron al mercado eran "inteligentes" y, de ellos, 7 de cada 10 tenían cobertura 4G.
La evolución interanual en ese periodo muestra un ascenso que pasó del 13 por ciento en el último trimestre de 2014 al mencionado 70 por ciento en el del pasado año.
Pese al considerable incremento de la presencia de la alta velocidad en toda la región latinoamericana, que suma un total de 54 millones de conexiones, uno de los grandes retos sigue siendo el acceso a las redes que, dado el bajo espectro de banda contratado por los países, suele ser deficitario y se colapsa con frecuencia.
Además, los datos de las consultoras analizadas (Ovum, Carrier y asoc. o Counterpoint Research) estiman que el porcentaje de conectividad LTE en 2020 en el continente será del 35 por ciento y hasta un 88 por ciento serán conexiones de alta velocidad (LTE y 3G).
Otero también habló de los primeros pasos de la industria de las telecomunicaciones para el despliegue de las redes de 5G, un avance más allá en las conexiones de alta velocidad, cuya estandarización no se prevé hasta después de 2020.